La ausencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la cumbre del G20 en Toronto, que se inicia el sábado, no es un desaire, explicó una fuente oficial este viernes a periodistas.

“No tendría sentido que (Lula) no viniera al G20 porque no le gusta el G20″, declaró esa fuente bajo anonimato en reunión con periodistas.

Lula canceló este mismo viernes a última hora su viaje a Canadá para “acompañar” las operaciones de socorro a las víctimas de inundaciones en el nordeste de su país.

Las bilaterales que se estaban organizando para el presidente Lula fueron canceladas, confirmó la fuente oficial. La delegación brasileña estará encabezada por el ministro de Economía, Guido Mantega.

“El G20 es un grupo que Brasil ayudó a fortalecer”, explicó la fuente para descartar cualquier posibilidad de un desaire de parte de Lula, que se mostró crítico en los últimos días con los países ricos integrantes del grupo.

“Es un momento de frustración”, reconoció sin embargo esa fuente, aludiendo a la delegación brasileña.

“Queremos solamente que esos países hagan todo aquello que decían que Brasil debía hacer”, fustigó recientemente Lula, que también pidió que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) abandonden sus “dogmas obsoletos”, y que den más espacio a los países emergentes.

Brasil, que ha asumido un papel crecientemente importante en la arena diplomática, fue promotor de un acuerdo junto a Turquía con Irán sobre el tema nuclear.

Irán, sin embargo, recibió una nueva batería de sanciones por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a instancias de Estados Unidos y sus aliados europeos, lo que generó frustración en la diplomacia brasileña.

Los líderes del G20 se reúnen por cuarta vez este fin de semana en Toronto para debatir cómo sostener el crecimiento económico y la reforma financiera internacional.