La policía registró el jueves la sede de la Iglesia católica en Bélgica ubicada en Malines (norte de Bruselas), tras las acusaciones de varios menores contra eclesiásticos por presuntos abusos sexuales, indicó a la AFP un portavoz de la fiscalía de la capital belga.

“La fiscalía fue informada de acusaciones que denunciaban abusos a menores cometidos por un determinado número de personas de la Iglesia”, explicó el portavoz Jean-Marc Meilleur.

La policía registró los locales de la archidiócesis de Malines-Bruselas con el fin de establecer “si hay o no pruebas sobre estas acusaciones”, agregó Meilleur, sin más precisiones.

Esta archidiócesis es la sede de la Iglesia católica en Bélgica. Su arzobispo es desde principios de año André-Joseph Léonard, igualmente primado de Bélgica y presidente de la Conferencia de Obispos del reino.

Después de Irlanda, Alemania, Estados Unidos y Austria, entre otros países, la Iglesia católica belga se vio salpicada en abril por un escándalo de pedofilia que forzó la dimisión del obispo de Brujas (oeste) tras reconocer haber abusado de un menor durante un largo periodo en los años 1980.

Tras la salida a la luz de este caso, seguida de la presentación de centenares de demandas ante una comisión independiente encargada de investigar los abusos sexuales en el seno de la Iglesia, el arzobispo Léonard prometió una tolerancia cero.

En mayo, los obispos belgas pidieron perdón a las víctimas de los sacerdotes pedófilos tanto por “la agresión” como por el silencio de los responsables eclesiásticos.