Un juez argentino investiga el supuesto pago de sobornos en exportaciones a Venezuela bajo el gobierno del ex presidente Néstor Kirchner (2003/2007), lo que fue desmentido por los empresarios mencionados en el caso este viernes.

Eduardo Sadous, ex embajador en Caracas entre octubre de 2002 y mayo de 2005, afirmó ante el juez Julián Ercolini que empresarios argentinos debían pagar coimas de entre 15% y 20%, para poder vender sus productos en el mercado venezolano, dijo una fuente judicial.

El diplomático admitió que no fue testigo directo del cohecho, pero que “empresarios comentaban que les pedían el 15% ó el 20%” para vender a Venezuela y que los pedidos provenían “del lado argentino”, según el expediente facilitado a la prensa.

Pero los empresarios ganaderos Eduardo Cabana y Guillermo Draletti, mencionados como supuestas víctimas del pedido de coimas, rechazaron la versión.

“A Sadous no lo conozco. Si el embajador Sadous se refiere a mí, no es cierto. Desmiento todo categóricamente”, dijo Cabana en declaraciones radiales.

De su lado, el productor lechero Draletti aseguró a una radio: “jamás nadie me pidió ni medio centavo, ni del lado venezolano tampoco”.

En tanto, el canciller Jorge Taiana dijo el viernes que en su ministerio “no hay ninguna constancia, registro o actuación, que Sadous u otro funcionario señalen alguna afectación de empresas argentinas”.

La denuncia, presentada por la opositora Coalición Cívica (CC, liberales), da cuenta de una supuesta asociación ilícita liderada por el ex presidente Kirchner, marido de la presidenta Cristina Kirchner.

“Lo que denunciamos en 2007, ahora lo está diciendo el ex embajador kirchnerista en Venezuela. Se pedían ‘retornos’ de entre 15 y 20%”, declaró el diputado de la CC Juan Carlos Morán.

En su declaración, Sadous involucró al ex funcionario Claudio Uberti y al ministro de Planificación Federal, Julio de Vido.

Uberti se encargaba de los negocios con Venezuela, hasta que debió renunciar tras estallar el escándalo por la valija con 800.000 dólares que el empresario estadounidense-venezolano Guido Antonini Wilson intentó ingresar a Buenos Aires en agosto de 2007.

En los últimos cinco años, el intercambio comercial entre Argentina y Venezuela creció 1.100% al pasar de 140 millones de dólares en 2004 a unos USD 1.700 millones en 2009.