Polémica genera la decisión del municipio de pagar una millonaria suma mensual a la Universidad San Sebastián para comenzar las clases del Liceo A-21 en estas dependencias, mientras algunos lo califican como un derroche, otros creen que fue necesario.

Todo comienza cuando la municipalidad de Talcahuano cierra el trato con la Universidad San Sebastián por 13 millones de pesos mensuales para que estas dependencias sean ocupadas por los alumnos del Liceo A-21 durante todo el año escolar 2010.

Un apretón de manos que demoró un poco, porque se logró tras una intensa negociación, que bajó el precio de 22 millones a 13, en fondos que serán destinados por el municipio al pago de arriendo.

Sin embargo, los funcionarios del Liceo Comercial del puerto derivaron a las autoridades una carta en que se señala que tanto el B-22 como el B-26, estaban en condiciones de ceder su infraestructura, sin incurrir en gasto alguno, dado que como zona de catástrofe los dineros deben ser destinados exclusivamente a la reconstrucción. Así indicó Hugo Stevens, Director de este establecimiento.

Palabras que no cayeron nada de bien en el Liceo A-21, donde lamentan que se entregaran estos cuestionamientos,, tomando en cuenta que se privilegió la necesidad de mantener el programa de estudio en todos los establecimientos y que en definitiva los apoderados habían amenazado con retirar a sus alumnos, así lo señaló el Director del Liceo.

Con el millonario arriendo a la Universidad San Sebastián, y el ingreso de los 2.000 estudiantes del Liceo A-21, Talcahuano cuenta con casi el 100% de sus establecimientos en clases.