Al menos 38 personas murieron y 110 fueron heridas por bombas y obuses de mortero el domingo, mientras los iraquíes votaban en unas elecciones legislativas que Al Qaida amenazó con sabotear, anunció un funcionario del ministerio del Interior en un nuevo balance.

Un balance anterior daba cuenta de 24 muertos y más de 80 heridos.

Treinta personas murieron por disparos de obuses y cohetes katiushka en Bagdad, de los cuales 25 al derrumbarse un edificio en el barrio de Ur del norte de la capital alcanzado por un cohete, según la misma fuente.

Otras ocho personas murieron en atentados con bomba en la capital y sus alrededores.

La cantidad de heridos se eleva a 110 en todo el país de los cuales 13 por disparos de obuses de mortero contra un colegio electoral en Iskandariya, a 50 km al sur de Bagdad.