La muerte de un espectador a consecuencia del despiste de un auto en plena competencia lanzó un balde de agua fría sobre el Rally Dakar-2010, cuya primera etapa confirmó a los favoritos en los primeros puestos en las categorías de auto y moto.
A unos 75 km de la partida del especial de día, el 4×4 inscripto con el nombre “guerrero del desierto” y conducido por la dupla germano-suiza formada por Mirco Schultis-Ulrich Leardi se salió de camino y chocó contra un grupo de aficionados.
“Varias personas resultaron lesionadas, una de las cuales se encuentra en estado crítico. Todos fueron rápidamente evacuados por la asistencia local y los helicópteros sanitarios de la organización del Rally”, indicaron en forma primaria los organizadores que prometieron para las próximas horas un balance detallado del accidente.
Poco después fuentes médicas del hospital de urgencias de Córdoba confirmaron la muerte de una mujer de 28 años “que sufrió traumatismos graves de cráneo, abdomen y pelvis y padeció dos paros cardíacos en el traslado”.
“Llegó junto a otro joven de 24 años que presenta fracturas graves en tibia y peroné y tiene pronóstico reservado, y también junto a un niño pequeño que fue trasladado a un hospital infantil y se encontraba estable”, precisaron las fuentes para agregar que otras dos personas con heridas de menor entidad fueron asistidas en un hospital de la vecina ciudad de Rio Cuarto.
El impacto se produjo fuera de las cinco zonas acondicionadas para que en la primera etapa el público viese pasar a los competidores con total seguridad.
“La organización y las autoridades llaman de nuevo a la población a tomar gran prudencia y a respetar las zonas públicas”, que serán 57 durante las catorce etapas que conforman el recorrido del Rally, insistieron los organizadores.
El accidente cayó mal en ASO (Amaury Sport Organisation, propietaria del rally-raid), cuya responsabilidad es evocada en la muerte de un participante el año pasado y que debía rescatar del Dakar-2010 en términos de seguridad.
Además dejó en segundo plano un día muy safisfactorio a nivel deportivo, donde todos los favoritos, tanto en autos como en motos, confirmaron posibilidades al ubicarse en los primeros lugares de la etapa.
El ganador en dos ruedas, el francés David Casteu, sobre su pequeña 450 cc (Sherco), se distanció por muy poco de los dos grandes candidatos, los doble vencedores Cyril Despres y Marc Coma, a 3 y 12 segundos respectivamente.
Despres y Coma compiten con máquinas de 690 cc, más potentes pero también mas pesadas.
“Esto reconforta porque ahora sabemos que podemos ganar. Antes de comenzar el Dakar sabía que estaba para pelear pero jamás para pretender la victoria”, dijo el francés David Frétigné, sexto con una Yamaha 450 cc.
Un cambio en la reglamentación de la prueba, que limitó la potencia en las grandes cilindradas esta temporada, permitió la buena nueva.
La categoría de autos parece también prometedora. El español Nani Roma, con BMW adelantó por más de dos minutos a sus rivales. “Esto demuestra que trabajamos en la buena dirección”, analizó el piloto.
Su compatriota Carlos Sainz, uno de los grandes favoritos, lució como contrapartida bastante molesto con su segunda ubicación.
“He sido molestado por el polvo del buggy que me precedía a 80 km del fin de la etapa”, explicó el ex doble campeón del mundo de rally.