La nueva planta iraní de enriquecimiento de uranio estará “bajo la supervisión de la Agencia Internacional de la Energía Atómica” (AIEA), declaró el responsable iraní para cuestiones nucleares, Alí Akbar Salehi.

Salehi desmintió cualquier naturaleza “militar” de la planta, señalando: “Si la instalación fuese de naturaleza militar, ¿cómo explicar que estará bajo supervisión de la Agencia de la ONU?”.

Ayer, la Agencia anunció haber sido informada por Irán sobre la construcción de un segundo centro de enriquecimiento de uranio, además del existente en Natanz.

Los occidentales, que sospechan que Teherán trata de dotarse del arma nuclear, acusaron a Irán de haber desarrollado esa planta en secreto, instándolo a cambiar de política de aquí a diciembre so pena de nuevas sanciones “severas”.

En una primera reacción, Israel estimó que la noticia sobre la segunda planta traiciona la finalidad del programa nuclear iraní y “demuestran sin la menor duda que ese país quiere dotarse del arma atómica”, declaró el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman.