El G20 estableció en la cumbre en Pittsburgh, las bases de un nuevo orden económico que otorga más poder a los países emergentes, para evitar otra crisis como la que hace un año sumió en la recesión a las mayores economías del planeta.

La cumbre decidió que el G20 -que reúne a Estados Unidos, Europa, Japón y a grandes emergentes como China, Brasil e India- será el “foro principal para la cooperación económica”, en lugar del G8 de países ricos, y se puso manos a la obra para tratar de arreglar los desaguisados provocados por la crisis y los malos manejos que la posibilitaron.

“Hoy hemos tomado medidas audaces y concertadas para asegurar la prosperidad y crear un marco para un crecimiento fuerte, sostenido y equilibrado”, declaró el presidente estadounidense, Barack Obama, en su primera actuación como anfitrión de un gran acontecimiento internacional desde que asumió en enero.

Los líderes coincidieron en la necesidad de evitar un retiro “prematuro” de los paquetes gubernamentales de reactivación, ante el riesgo de una recaída en la crisis.