No ha sido un año fácil para José Hinzpeter. La división de criterios al interior de la Federación de Tenis de Chile que preside, hizo que se impugnase la pasada elección y trajo como consecuencia la renuncia de Fernando González al equipo chileno de Copa Davis quedando en manos de Paul Capdeville (distanciado del capitán Hans Gildemeister) la misión de mantener a nuestro país en el Grupo Mundial camino a la Ensaladera de Plata.

A dichos problemas se sumaba la preocupación por el estado de la cancha de la Medialuna Monumental de Rancagua (a dos semanas del confronte se encontraba un metro bajo el agua debido a las lluvias de principios de mes en la zona central) y el escaso -por no decir nulo- interés de los rancagüinos de asistir en masa a apoyar a la escuadra nacional.

Es por esto que quizás este confronte sea un punto de inflexión que provoque cambios en el seno directivo del ente rector de nuestro tenis o simplemente ratifique el trabajo que se viene haciendo con el “Biónico” a la cabeza y el replanteo (a estas alturas impensado) de Fernando González de la postura que ostenta hoy en día… o al menos las esperanzas de que aquello ocurra.

Varios fueron los temas que abordó el timonel de este deporte en la conversación con los micrófonos de ESPN RADIO Bío Bío Deportes, que comenzaba con el tema de la semana: la escasa venta de entradas para esta Copa Davis.

La cancha instalda en la Medialuna Monumental de Rancagua fue el segundo tópico abordado por Hinzpeter.

Por los temas antes expuestos, el presidente también se refirió a la dificultad innegable de esta Copa Davis.

¿Estará supeditada la continuidad de Hans Gildemeister a los resultados obtenidos en este repechaje frente a Austria? Era la cuarta interrogante de esta entrevista.

Es el devenir de Hinzpeter, a horas del enfrentamiento de Nicolás Massú y Jurgen Melzer, que podría cimentar un camino a la permanencia de Chile en grupo mundial o construir la vía directa de los últimos días de la actual directiva al mando de los destinos del deporte blanco en nuestro país e incluso el fin de la era Hildemeister a la cabeza de la escuadra chilena de Copa Davis.