La Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) reclutó agentes de la empresa de seguridad Blackwater para matar a dirigentes de Al Qaida en 2004, en el marco de un programa secreto, informó la prensa estadounidense citando a altos funcionarios de inteligencia.

El programa, en el que la CIA gastó varios millones de dólares, fue suspendido antes de emprender la primera misión, y el recurso a una empresa privada fue una de las razones de esa suspensión, según el New York Times.

El departamento de Estado rompió sus vínculos con la empresa tras las acusaciones de que sus agentes habían cometido abusos en Irak.