Contrario a lo que parece ser la tendencia mundial de ofrecer conexión a Internet y suministro eléctrico gratuito a los clientes para atraerlos, cada vez más cafeterías y restaurantes de Nueva York están restringiendo e incluso vetando el uso de computadores portátiles en sus establecimientos.

La medida no parece ser antojadiza. Según un reporte del Wall Street Journal, muchos clientes ocupan las mesas durante gran parte del día sólo por un consumo mínimo, dejando sin lugar a clientes que buscan almorzar o realizar un consumo mayor.

“Queridos clientes, nos encanta que disfruten tanto de nuestro lugar como para pasar el día, pero la gente debe comer y para comer deben sentarse”, reza un cartel en Naidre’s, un pequeño café de Brooklyn.

En otros establecimientos los dueños no han sido tan diplomáticos, cubriendo los enchufes para impedir la conexión o incluso estableciendo prohibiciones de usar la computadora entre las 11 y 14 horas, el horario donde se concentra la mayor parte de las ventas de comestibles.

Claro, salvo que el cliente esté comiendo y usando el PC a la vez.

Las medidas, aceleradas por la crisis económica, curiosamente parecen haber iniciado o al menos concentrarse en Nueva York, ya que según reportes del mismo diario, la meca tecnológica de San Francisco no tiene intenciones de seguirla.