Sábado 05 julio de 2025 | 10:00

Las tortugas marinas más pequeñas del mundo viven entre escombros de cohetes espaciales de Elon Musk

Foto autor

Sara Jerez

Periodista científica y colaboradora de Magazine en BioBioChile

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Fotos de Conibio Global en la playa Bagdad
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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Las tortugas lora del Golfo de México enfrentan una grave amenaza: la basura espacial que dejan los cohetes de SpaceX. A pesar de los protocolos de limpieza de la empresa, la playa Bagdad en Tamaulipas ha sufrido impacto, poniendo en peligro a esta especie en extinción. A pesar de los esfuerzos de limpieza de una ONG local, la basura persiste, generando preocupación por la ingestión de restos por parte de las tortugas.

Las tortugas lora (Lepidochelys kempii) en el Golfo de México, están enfrentando una grave amenaza, la basura espacial que han dejado los cohetes de SpaceX, la compañía de Elon Musk que lanza una y otra vez una nave gigante con la que el magnate planea “colonizar” Marte.

La aeroespacial tiene una base en Boca Chica, Texas, cerca de la frontera con México, desde donde realiza las pruebas del megacohete Starship, cuya mayoría han terminado en explosiones o reingresos descontrolados a la atmósfera, que lanzan fragmentos al océano y costas aledañas a la base.

Si bien SpaceX se ha jactado de tener protocolos de limpieza para hacerse cargo de su basura y recuperar los restos de sus naves cuando estas explotan, la playa Bagdad, en la costa de Tamaulipas, se ha visto muy afectada, especialmente porque es hogar de las tortugas lora, una especie en peligro de extinción.

La ONG local, Conibio Global, ha manifestado en reiteradas ocasiones que esta especie está habitando prácticamente entre los restos de esta basura y realizan esfuerzos por limpiar la costa desde mayo, cuando un Starship causó una gran explosión en Boca Chica y envió fragmentos hasta Bagdad.

En medio kilómetro de los 40 kilómetros de costa, ya recolectamos una tonelada (de basura)”, dijo a CNN Jesús Ibarra, veterinario, fundador y director del Programa de Tortugas Marinas de la organización, que sin ningún contacto con la empresa estadounidense, se hacen cargo de su basura.

Ibarra explicó que en noviembre de 2024, un propulsor de un cohete cayó en el golfo. Para entonces, 3 helicópteros y 10 embarcaciones se acercaron a la costa a limpiar.

Sin embargo, en mayo de este año, cuando Starship volvió a explotar en vuelo, envió millones de partículas a la costa de Tamaulipas que no han sido recuperadas por SpaceX. “Somos un grupo muy pequeño, es imposible limpiar todo”, señaló Ibarra.

Luego, en junio, el cohete Starship presentó una falla que no le permitió despegar y explotó en la misma plataforma de lanzamiento, generando una enorme explosión que incluso levantó una bola de fuego.

Musk bromeó en su perfil de X (Twitter), diciendo que “solo fue un rasguño”.

Durante las jornadas de limpieza, la ONG ha encontrado plásticos sólidos y esponjosos, goma con una consistencia similar al corcho, aluminio con etiquetas de SpaceX, pedazos de plástico de burbujas, tubos de acero y fragmentos de un adhesivo azul.

Ibarra teme que las tortugas, que anidan y eclosionan en Bagdad, terminen ingiriendo estos restos.

Las vibraciones de los cohetes y el fuego también han afectado a zonas cercanas. El veterinario explicó que “hay vegetación que la última explosión quemó, toda la orilla del río Bravo, y los tubos rompieron muchos árboles, que cayeron cerca de una pequeña población”.

Igualmente, se han reportado daños menores en viviendas de ciudades fronterizas entre Tamaulipas y Texas.

¿Qué pasa con SpaceX?

En varias ocasiones, Elon Musk ha manifestado sus planes de “terraformar” Marte. Con SpaceX, el multimillonario quiere enviar humanos al planeta rojo e instalar bases, este año, de hecho, dijo que espera enviar el primer vuelo -no tripulado- en 2026.

Los lanzamientos que parecen fallidos tras explotar, en realidad son considerados exitosos, ya que de estas anomalías los ingenieros pueden ir mejorando los prototipos de Starship.

Y pese al coste, una vez que el cohete funcione, será un negocio que generará ganancias que no se compararán a la inversión.

SpaceX ha crecido sustancialmente, pasó de ser una startup emergente en la década de los 2000, a ser una de las principales compañías privadas que colabora con la NASA para enviar vuelos recurrentes a la Estación Espacial Internacional (ISS) y lanzamientos de algunas misiones.

Además, fueron la primera aeroespacial que logró desarrollar un cohete reutilizable, es decir, que regresa controladamente a la Tierra y aterriza sin sufrir daños, para luego volver a ser usado: el Falcon 9.

Una obra ingenieril impresionante.

Pero no han gestionado bien las pruebas de Starship, desde que comenzaron en 2023 que se viene discutiendo el impacto ambiental de estas.

Después de la explosión de junio, SpaceX manifestó que “hemos solicitado asistencia local y federal del gobierno de México para la recuperación de los escombros relacionados con la anomalía”.

“Hemos ofrecido recursos y asistencia para la limpieza y hemos buscado la validación del derecho de SpaceX a realizar operaciones de recuperación”, añadieron en un comunicado difundido en X.

Pero los locales siguen recogiendo basura y SpaceX no respondió a la consulta de CNN sobre la situación de Bagdad.

El gobierno mexicano ha estado colaborando con la ONG de Tamaulipas para continuar la limpieza y si bien los restos más grandes ya han sido retirados, siguen quedando fragmentos y faltan pruebas de Starship por realizar.

“Ya no son tan visibles como en las fotos porque las mareas los han ido enterrando, pero ahí están y hay que retirarlos tarde o temprano”, sentenció Ibarra.

Las tortugas marinas más pequeñas del mundo

De acuerdo con el Departamento Pesquero de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), las tortugas lora son las más pequeñas del mundo y habitan principalmente en el Golfo de México.

El organismo documenta que, cuando fueron abundantes, hubo decenas de miles de hembras anidando en las costas del golfo, pero hoy la población es ínfima en comparación.

La población se desplomó a mediados del siglo XX, llegando a un mínimo de solo unos pocos cientos de hembras anidando (menos de 250 nidos) en la década de 1980”, señala NOAA.

Su mayor amenaza sigue siendo la captura accidental de la pesca comercial y recreativa, pero ahora se suman los escombros de cohetes.

A la fecha, se realizan esfuerzos de conservación, pero sus resultados no han sido tan exitosos en la última década.

Según NOAA, las poblaciones de tortugas lora parecían estar recuperándose en los 90’s, y el número de nidos aumentó un 15% anualmente hasta el 2009, pero en 2010 el aumento se estancó y los nidos han “fluctuado” desde entonces.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo a finales de junio que el gobierno encontró contaminación en las costas del golfo y que se tomarán medidas “en el marco de las leyes internacionales”.

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