Chile está atravesando por la mega sequía más extensa de su historia y la escasez hídrica se ha transformado en un problema preocupante. Es en medio de este complejo escenario que algunas iniciativas están buscando soluciones innovadoras para el tratamiento de aguas, como el uso de oxígeno.
La mega sequía en Chile es la más prolongada de la región en, al menos, mil años, según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial, sobre el estado del clima en América Latina. A ello se suma, que el país ha tenido 13 años de escasas lluvias, situándonos a la cabeza de la crisis hídrica a nivel global.
Una realidad alarmante que implica una mejora continua del uso del agua; aplicar una gestión eficiente, capaz de garantizarla, además de concretar proyectos de infraestructura e innovación para combatir con sentido de urgencia la falta de agua, elemento vital para la vida humana.
Una empresa que ya está utilizando este método, es por ejemplo Air Liquide Chile, que desde el sector industrial, suministra servicios para el tratamiento de aguas y aguas residuales, a través del oxígeno.
¿Cómo funciona el oxígeno para el tratamiento de aguas residuales?
En concreto, iniciativas como esta suministran oxígeno y dióxido de carbono para necesidades operativas comunes de aguas residuales, como la demanda bioquímica de oxígeno y la reducción del pH, así como compuestos orgánicos volátiles y control de olores.
Cabe destacar que el uso de oxígeno puro para la aireación en procesos biológicos aerobios es una solución inmediata para la reducción e, incluso eliminación, de malos olores; pero también da respuesta a numerosos problemas, informan los expertos.
Por ejemplo: permite aumentar la capacidad de tratamiento en plantas existentes, reducir dimensiones en instalaciones nuevas; mejorar el rendimiento; reducir las emisiones de compuestos orgánicos volátiles; la formación de espumas y el exceso de volumen de lodos y combatir el crecimiento de microorganismos filamentosos.
“La inyección de oxígeno puro aumenta de forma fiable la capacidad de las plantas hasta en un 50% y evita los costos de inversión, el tiempo y el espacio necesarios para la ampliación de la planta de tratamiento de aguas”, explica Miguel López, Jefe Producto Bulk – Packaged, Air Liquide Chile.
Según el Banco Mundial, cerca de 2.000 millones de personas en el planeta no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura, mientras que 3.600 millones no cuentan con servicios de saneamiento seguros y 2.300 millones carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos.
Este crítico escenario implica desafíos en materia de gobernanza, regulación y gestión del agua para cuidar hasta la última gota.
“Ya no es un secreto que en Chile el agua escasea, y la protección medioambiental es una necesidad cada vez mayor. De ahí que la industria puede contar con nuestras tecnologías fiables y competentes que contribuyen al negocio de manera rentable y sostenible”, enfatiza López.
