Pedro Pablo Kuczynski confirmó su renuncia a la presidencia de Perú, luego de la emisión de una serie de videos, donde legisladores cercanos a Kenki Fujimori buscaban evitar su destitución en diciembre pasado.

“Frente a esta difícil situación que se ha generado, y que me hace injustamente aparecer como culpable de actos en los que no ha participado, pienso que lo mejor para el país es que yo renuncie para la presidencia de la República”, dijo PPK en una grabación transmitida en cadena nacional.

El presidente leyó una carta dirigida el Congreso peruano, donde informa su renuncia al cargo tras la aparición de una serie de videos, que calificó como “tendenciosamente editados”.

Kuczynski debía enfrentar este jueves una nueva moción de vacancia por “permanente incapacidad moral”, luego que ejecutivos de la empresa Odebrecht confirmara que realizaron una serie de millonarios pagos a empresas de PPK, cuando era ministro de finanzas en el gobierno de Alejandro Toledo (2000-2006).

La renuncia del mandatario peruano da tras un año y siete meses de gobierno, luego de vencer en segunda vuelta por un estrecho margen a Keiko Fujimori, quien se perfila como la principal figura política en Perú.

De acuerdo a periodistas locales, el vicepresidente de Perú, Martín Vizcarra, y quien ejerce como embajador de su país en Canadá, está viajando de regreso a Lima para asumir el gobierno en las próximas horas.

El empresario quedó en entredicho cuando este martes el principal partido opositor, Fuerza Popular (derecha populista), difundió videos donde se aprecia que se ofrece prebendas a un congresista de esa agrupación a cambio de votar contra la destitución de Kuczynski que el parlamento peruano evaluó en diciembre.

Las cintas “evidencian que el gobierno compra congresistas para quedarse en el poder”, aseguró el congresista Moisés Mamani, a quien legisladores disidentes del fujimorismo le piden en los videos no votar a favor de la destitución a cambio de supuestos favores políticos del gobierno.

La maldición Odebrecht

Las mentiras del presidente sobre sus presuntos vínculos con Odebrecht cuando era ministro de Economía en el gobierno de Alejandro Toledo -sobre el que pesa también una orden de extradición por haber recibido 20 millones de dólares de la constructora brasileña- terminaron por cavar su tumba política.

Odebrecht reveló que había pagado casi cinco millones de dólares por asesorías a empresas ligadas a Kuczynski cuando era ministro, lo que el presidente siempre había negado.

La constructora admitió además que hizo aportes de campaña en 2006 y 2011 a los últimos cuatro ocupantes del sillón presidencial peruano, incluido Kuczynski, y a Keiko Fujimori.

Según analistas, Kuczynski no tenía ninguna posibilidad de superar la moción de destitución a la que iba a ser sometido este jueves.

Un sondeo de la firma Ipsos reveló la semana pasada que el 58% de los peruanos cree que Kuczynski debe ser destituido, contra un 37% que estima que debe seguir hasta 2021.