Un estrepitosa caída sufrió el Ministerio Público con su fracaso en el Caso Bombas, más aún cuando la instalación de artefactos explosivos continúan.

Los primeros minutos de noviembre fueron testigos de una fuerte explosión en el edificio de Copesa, empresa propietaria de La Tercera entre otros medios.

La acción fue reivindicada por un grupo anarquista que acusó a La Tercera de colaborar en la detención de activistas y condenar a los imputados del Caso Bombas, antes del veredicto de los jueces.

El defender la libertad, la libertad de expresión de los otros, de los que piensan distinto, es una cuestión de principios, aunque de paso ampare a quienes en su momento justificaron la violación de esa libertad, como lo hizo La Tercera durante la Dictadura.

El comentario es de Nibaldo Mosciatti: