Cuando se habla de disfunciones sexuales masculinas, una de las más abordadas es la eyaculación precoz, un problema que afecta y acompleja a muchos hombres. De hecho, aquellos que lidian con este problema desean encontrar la manera de retardar el clímax durante un encuentro íntimo. Sin embargo, hay quienes enfrentan precisamente lo contrario, es decir, se demoran demasiado en llegar al orgasmo. Y aunque para algunos pueda parecer un don, la verdad es que es un problema que atormenta y dificulta la vida sexual de muchos hombres.

Tal como señala la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos, la eyaculación retardada -también conocida como eyaculación tardía o deterioro de la eyaculación– “es un trastorno en el cual se necesita mucho tiempo de estimulación sexual masculina para que el hombre alcance el clímax y libere semen a través del pene”, añadiendo que incluso “algunos hombres con eyaculación retardada son incapaces de eyacular por completo”.

Lo curioso es que se estima que la mayoría de los hombres -alrededor del 85%- con este problema sólo tienen dificultades para eyacular durante el coito y no así con la masturbación, según datos del Instituto Sexológico Murciano de España recogidos por el diario El País.

“La eyaculación retardada puede ser temporal o un problema de por vida. Las causas probables de eyaculación retardada incluyen algunas enfermedades crónicas, cirugías y medicamentos. El tratamiento para la eyaculación retardada depende de la causa de base. Es normal que los hombres tengan eyaculación retardada de vez en cuando. La eyaculación retardada solamente se convierte en un problema si es continua u ocasiona estrés en el hombre o su pareja”, explican desde la Clínica Mayo.

¿Cómo identificarla?

El organismo señala que quienes sufren de eyaculación tardía pueden tardar 30 minutos o más en llegar al orgasmo, mientras otros ni siquiera pueden conseguirlo.

Tal como explica el ente estadounidense, diagnosticar este trastorno no depende tanto de un tiempo específico, sino de si causa angustia o frustración en la persona, “o si tiene que detener la actividad sexual a causa de fatiga, irritación física, pérdida de la erección o por petición de la pareja”.

En este sentido, el urólogo y especialista en Medicina Sexual y Reproductiva, Carlos Balmori, indicó al diario El País que es importante “diferenciar lo que es una eyaculación retardada de origen psicológico de aquellas que tienen una base física u orgánica”.

“Las de origen psicológico son aquellas que presentan un marcado retraso en la eyaculación o incluso la falta de eyaculación que persiste durante al menos 6 meses. El individuo lo vive como una situación de estrés y además no tiene que tener un origen físico o enfermedad mental, ni por la toma de medicaciones o drogas, ni por problemas severos de relación con la pareja”, comenta el experto añadiendo que puede ser incluso por un problema de concentración que impide dejarse llevar por el momento.

El Instituto Sexológico Murciano asegura que “la falta de deseo rara vez es la causa”.

Por otro lado, la eyaculación retardada primaria, es decir, de origen físico “la presentan aquellos hombres que nunca han sido capaces de eyacular durante el coito” o que se da en “hombres que han sido capaces de eyacular durante el coito alguna vez en su vida, pero ya no son capaces de hacerlo”.

En tanto, la Clínica Mayo dice que este problema también se puede dividir en aquella que es adquirida y la que es de por vida. “En el caso de la eyaculación tardía de por vida, el problema se presenta desde el momento de la madurez sexual. La eyaculación tardía adquirida se produce después de un período de funcionamiento sexual normal”, explican.

Asimismo, también hay que tomar en cuenta si se trata de algo “generalizado” o “situacional”. “La eyaculación tardía generalizada no se limita a determinadas parejas sexuales ni tampoco a determinados tipos de estimulación. La eyaculación tardía situacional se produce solamente en determinadas circunstancias”, expresan.

Algunas causas

Las causas del problema pueden ser múltiples. “Puede deberse a medicamentos, ciertas enfermedades crónicas y cirugías. O puede ser causada por el abuso de sustancias o un problema de salud mental, como depresión, ansiedad o estrés. En muchos casos, se debe a una combinación de problemas físicos y psicológicos”, señalan desde el centro médico estadounidense.

Entre las causas psicológicas están: depresión, ansiedad u otras enfermedades mentales; problemas de pareja debido a estrés, mala comunicación u otras preocupaciones; ansiedad acerca del desempeño; imagen corporal negativa; tabúes culturales o religiosos; y diferencias entre el sexo real con una pareja y las fantasías sexuales.

Por otro lado, las sustancias que pueden provocarla son: algunos antidepresivos, medicamentos para la presión arterial alta, diuréticos, medicamentos antipsicóticos, medicamentos anticonvulsivos y el abuso de alcohol.

Respecto a las causas de origen físico, estas pueden ser: anomalías del sistema reproductor masculino; lesiones de los nervios pélvicos que intervienen en el orgasmo; infecciones urinarias; cirugías de próstata y problemas en general en la próstata; enfermedades neurológicas, como neuropatía diabética, accidente cerebrovascular o lesión en los nervios de la médula espinal; trastornos hormonales, como niveles deficientes de hormona tiroidea (hipotiroidismo) o niveles bajos de testosterona (hipogonadismo).

Asimismo, existe un trastorno llamado eyaculación retrógrada, “en el cual el semen vuelve hacia atrás e ingresa en la vejiga en lugar de salir del pene”, consigna la Clínica Mayo, añadiendo que “para algunos hombres, un problema físico menor que causa la eyaculación tardía podría causar ansiedad para eyacular durante un encuentro sexual. La ansiedad resultante puede empeorar” la situación.

Quienes tienen más posibilidades de sufrir de eyaculación retardada son los hombres de avanzada edad, aquellos que padecen trastornos psicológicos como depresión o ansiedad, las personas con diabetes o esclerosis múltiple, quienes han sido intervenidos de la próstata, quienes abusan de sustancias y también quienes pasan por momentos complicados en su relación de pareja.

¿Qué hacer?

Si la situación ha provocado que disminuya tu deseo sexual o el de tu pareja, te angustia, sufres de estrés o ansiedad por este problema, te provoca problemas en tu relación o te preocupa no poder concebir hijos por sufrir de eyaculación retardada, es hora de que consultes a un especialista.

Lo primero que hará el médico será determinar el origen del problema y a partir de ahí determinará un tratamiento.

Balmori indica que si la causa responde a algún fármaco que consumes, puede barajarse la posibilidad de cambiarlo o esperar a que el tratamiento termine, pero en general “el único tratamiento con resultados en las eyaculaciones retardadas son las terapias sexológicas”.

El profesional señaló a El País que “siempre es más fácil una terapia en pareja si ésta es colaboradora, aunque es posible también de manera individual. No obstante, es una patología que requiere bastante tiempo de tratamiento y no fácil de resolver”.

Al respecto, la sexóloga Marina Agis complementa que se puede empezar “alargando el periodo de excitación o iniciando nuevos juegos eróticos centrados en otros puntos diferentes a la penetración, incluso es recomendable vetar esta práctica durante un tiempo para que él se relaje”.

Ella recomienda masajes eróticos (de comienzo evitando los genitales). “También se puede echar mano de aceites de masajes y velas. El caso es no pensar tanto en el final , sino en lo que se está viviendo y sintiendo”, explica.