El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, concedió el indulto navideño a presos en condición de vulnerabilidad pero excluyó a los condenados que intentaron derrocarlo en 2023.
Según detalla O Globo, el indulto firmado por el mandatario brasileño priorizará a grupos vulnerables, como personas mayores, mujeres embarazadas, madres de niños, personas con discapacidad o enfermedades graves, incluyendo VIH terminal.
En ese sentido, se dará prioridad a quienes sean mayores de 60 años, personas esenciales para el cuidado de menores hasta 16 años y quienes padezcan una enfermedad grave, crónica o altamente contagiosa, “sin posibilidad de tratamiento en la unidad penitenciaria”.
“Otro grupo con acceso al beneficio es el de los reclusos con trastorno del espectro autista grave y los reclusos con discapacidad”, detalló el citado portal.
En tanto, el documento, publicado este martes en el Diario Oficial, excluye a quienes fueron condenados “por delitos contra el Estado Democrático de Derecho”, incluyendo los condenados por los intentos de golpe de Estado del 8 de enero de 2023, como el expresidente Jair Bolsonaro y sus aliados.
A su vez, el indulto deja afuera a miembros de facciones criminales y condenados por delitos de violencia contra mujeres, niños y adolescentes, “así como condenados por crímenes atroces, tortura, terrorismo, racismo, blanqueo de capitales y ocultación de bienes”.
El indulto además prevé condiciones específicas para condenas de hasta ocho años por delitos sin violencia, y para algunos delitos con violencia, solo se aplica tras un tercio de la condena para no reincidentes o la mitad para reincidentes.
Cabe destacar que este es el tercer perdón otorgado por el líder progresista desde que asumió su nuevo mandato.
Recordemos que Bolsonaro, de 70 años, fue declarado culpable de liderar una “organización criminal” que conspiró para asegurar su “control autoritario del poder” tras su derrota electoral ante Lula en octubre de 2022.
El congreso brasileño, de mayoría conservadora, aprobó la semana pasada una ley que contempla la reducción de la condena de cárcel del expresidente de 27 a poco más de dos años.
Lula anunció el jueves que tenía la intención de vetar el proyecto de ley, aunque el parlamento podría tener la última palabra, por su facultad de anular el veto presidencial con una votación mayoritaria.