Una hoja, un lápiz y paciencia es todo lo que necesitas para comenzar a adentrarte en el mundo del lettering.

Durante los últimos años, el arte del lettering se masificó y para muchos se convirtió en algo más que un pasatiempo, se transformó en un camino para liberar el estrés.

Pero vamos por parte. ¿Qué es el lettering? Según Daniela Vilensky, artista e ilustradora -conocida en redes como @Daniconlápiz– es el “arte de dibujar letras a mano de manera creativa”.

“A diferencia de la caligrafía -que se refiere únicamente a la escritura-, en el Lettering, al igual que en una ilustración, se va creando un bosquejo que se piensa como un diseño total, para finalmente llegar a una composición que puede incluir distintos tipos de estilos, de tamaños, de grosores de trazo, de florituras, o lo que uno quiera agregarle”, dijo a BioBioChile.

Michelle Mascaró, referente en este mundo y conocida en Instagram como @michele_mascaro, agrega que también existe el “famoso Brush lettering es un tipo de Lettering más parecido a la caligrafía. Los trazos son bastante curvos y largos y como su nombre lo indica se realiza con pinceles o marcadores con punta pincel (brush pen)”.

“En el Brush lettering contamos con sólo dos tipos de trazos: Los trazos ascendentes y los trazos descendentes. Así, dependiendo de la presión ejercida obtendremos un mayor o menor grosor en el trazo. Los trazos ascendentes se deben realizar apoyando suavemente para conseguir un trazo muy fino. Los trazos descendentes se realizan de forma contraria, apoyando firmemente el marcador para crear un trazo más grueso”, añade.

Lettering, un alto en el estrés

Esta practica además de ayudar a la creatividad tiene grandes beneficios para la salud. Por ejemplo, aumenta la concentración, pues obliga al cerebro a realizar procesos de toma de decisiones.

“Es una forma maravillosa de terapia que puede ayudar a liberar estrés, como también sirve para expresarse”, agrega Vilensky, que cuenta con más de 15 mil seguidores en Instagram.

De hecho, según un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos actividades como el lettering y la caligrafía tienen efectos similares a la meditación en personas con altos niveles de estrés.

El estudio se realizó en 30 estudiantes graduados y miembros del personal académico en Taiwán que sufrían de estrés. Al azar fueron asignados a tres grupos de tratamiento diferentes: un grupo dedicado a la escritura caligráfica china (CCH por su nombre en ingles), otro a la meditación y otro como control, durante 8 semanas consecutivas.

“Hubo una diferencia significativa en la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardíaca y las puntuaciones electromiográficas entre los grupos”, explicó la investigación, especificando que los dos primeros grupos disminuyeron su estrés.

Quienes se dedicaron a la escritura tuvieron una disminución en la frecuencia cardíaca y un aumento en la temperatura de la piel. En tanto, los que accedieron a la meditación también tuvieron un aumento de la temperatura de la piel y una disminución de la frecuencia respiratoria, junto con una reducción de la tensión muscular y frecuencia cardíaca.

Y es que no es por nada que los videos de personas enseñando esta práctica se vuelven virales rápidamente.

¿Cómo empezar?

Lo primero que hay que saber es que no es necesario tener linda letra sino que sólo disposición. “Es algo que se aprende y que puede llegar a hacerlo cualquiera que realmente tenga ganas y sea constante en la práctica que es, por lejos, lo más importante”, aconseja Daniela.

Por supuesto, y como en todas las cosas, es vital no compararse con artistas que llevan años perfeccionándose. También es importante que cada uno encuentre su propio ritmo y materiales.

En el mercado hay una amplia gama partiendo siempre por los clásicos Sharpie a otros muy profesionales.

“Probar distintos tipos de materiales también es necesario porque hay miles de opciones en el mercado y, a medida que se va avanzando, uno va soltando la mano y entendiendo cuáles son los que más le acomodan. No a todos nos funciona lo mismo”, dice la artista.

El arte de tomar bien el lápiz

Michelle Mascaró agrega también otros datos. “Para empezar, es muy importante cómo se toma el brush pen, si no lo hacemos en forma correcta, los resultados no serán los óptimos”, comienza.

“La recomendación es tomarlo un poco más atrás de lo normal, más acostado y paralelo al canto de la hoja en la que estamos practicando, y esto permitirá aprovechar mejor la punta del marcado y así lograr diferencias entre los trazos ascendentes y descendentes”, agrega.

Pero como siempre es importante aprender a caminar antes de correr, Michelle recomienda que “practicar los trazos básicos antes de intentar hacer letras para evitar frustrarnos”.

“Empezamos con líneas ascendentes y descendentes, curvas redondeadas y con punta (como si fuera una montaña con punta o redonda), semi círculos y círculos”, comenta.

“Cuando ya estemos preparados para empezar con letras empezaremos con aquellas más simples como la i, t, j, n, m, u, y para luego seguir con aquellas que son más curvas. Lo más importante es la práctica, para lo que recomiendo tener a mano una hoja y un brush pen para aprovechar cada minuto disponible”, cierra.

En Internet se pueden encontrar innumerables videos para aprender, por lo que sólo se necesita paciencia y constancia.