Cuando hay estrés crónico, "su cuerpo se mantiene alerta incluso cuando no hay peligro", esto puede provocar varios problemas de salud para los pacientes.

Los chilenos están cada vez más estresados. Entre las preocupaciones de la vida diaria, la contingencia social y, por supuesto, la pandemia, las personas se están enfrentando a niveles más alto de estrés.

Cifras de Nueva Clínica Cordillera corroboran un sustancial aumento en consultas por estrés familiar y en el hogar con un 57% de crecimiento respecto al último trimestre. En tanto, el recinto ha visualizado un aumento de un 15% en trastornos de pánico y un 11% en crisis de ansiedad.

Al respecto, la psicóloga Patricia Canales, explicó que la pandemia generó una situación excepcional que “ha provocado una profunda incertidumbre respecto del futuro en medio de una crisis sanitaria, a su vez, como también sobre aspectos fundamentales cómo lo son las relaciones y la situación económica”.

Esto sumado al aislamiento social y el aumento de la carga de trabajo, a causa de la conciliación de la vida con el teletrabajo o las clases virtuales, han alterado los estilos de vida y el resguardo de los momentos de recreación.

“¿Tengo estrés?”

Según Canales, el estrés es parte “normal y necesario de nuestra vida, que, entre otras cosas, nos ayuda a generar respuestas rápidas frente a amenazas ambientales que ponen en peligro nuestra supervivencia”.

Los cuadros de estrés permanentes son los que comienza a crear un problema. De hecho, la experta afirma que son diversos síntomas físicos que nos pueden alertar, pues incluso “pueden llegar a inhabilitar y complicar la vida de las personas”.

“De no ser tratados oportunamente, pueden derivar en trastornos más complejos, como los son lo son los trastornos del sueño, trastornos alimenticios, síntomas depresivos y episodios de crisis de pánico”.

Aunque la mayoría cree conocer los síntomas del estrés, estos son un poco más complejos, por lo que la experta sugiere prestar atención a cambios en la conducta habitual y “funciones cognitivas básicas de concentración, (las) que disminuyen e impactan en la memoria”.

A través de ellas es posible percibir que se “dificulta el interactuar en el diario vivir en diferentes contextos como lo son el laboral, social o académico”.

De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU, cuando tiene estrés crónico, “su cuerpo se mantiene alerta incluso cuando no hay peligro”. Esto produce síntomas tanto físicos y emocionales, algunos que probablemente no sabías que estaban asociados a este problema.

– Diarrea o estreñimiento
– Mala memoria
– Dolores y achaques frecuentes
– Dolores de cabeza
– Falta de energía o concentración
– Problemas sexuales
– Cuello o mandíbula rígidos
– Cansancio
– Problemas para dormir o dormir demasiado
– Malestar de estómago
– Uso de alcohol o drogas para relajarse
– Pérdida o aumento de peso

¿CÓMO IMPACTA EL ESTRÉS EN MI CEREBRO?

Canales sostiene también que el estrés podría alterar nuestro sistema inmune y procesos tan importantes como a la neuroplasticidad, que corresponde a “la capacidad cerebral para cambiar y adaptarse a nuevas experiencias”, que es fundamental en época de pandemia.

Por otra parte, en el caso de los niños, este puede afectar “pensamientos, emociones y conductas asociadas a un impacto negativo en la seguridad, confianza, establecimiento de relaciones interpersonales, autoimagen y autoconcepto”.