¿Aplicas exfoliantes a base de azúcar o algún tipo de aceite de cocina en tu rutina de cuidado facial? La verdad es que podrías estar cometiendo graves errores en tu piel y para tu salud.

El famoso proceso de ‘SkinCare’ juega con los tipos de productos y de piel para su cuidado. Los artículos de dermocosmética cada vez están más avanzados y hechos para evitar alguna reacción adversa. Pero ¿qué ocurre con tu piel cuando aplicas algún producto ‘natural’ sin saber su efectividad?

Por redes sociales muchos ‘influencers’ se dedican a dar consejos sobre cómo debes cuidar tu piel, qué productos usar y cómo aplicarlos. Casi una guía de cómo realizar tu cuidado facial diario. Sin embargo, en algunas ocasiones se viralizan ciertos tratamientos que resultan perjudiciales para tu piel.

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El dermatólogo de la Clínica Dávila, Dr. Andrés Figueroa, explica que el uso de productos caseros no es recomendable en forma generalizada, ya que su implementación puede empeorar patologías cutáneas previas o inclusive, desencadenar afecciones dermatológicas.

“Es así como por ejemplo el uso de aceite de coco puede desencadenar brotes de acné cosmético , o el uso de exfoliantes en base a azúcar puede irritar pieles sensibles y llevar a dermatitis de contacto. Por tanto siempre es preferible consultar al dermatólogo para saber cuál es el tipo de piel, y la rutina de cuidado adecuada para ella”, enfatiza el médico.

¿Cómo cuidar correctamente la piel?

El primer paso, y probablemente el más importante, es conocer qué tipo de piel posees. Puede ser grasa, seca, mixta o una piel normal, y para cada una de ellas existen productos y cuidados específicos.

Los problemas cutáneos aparecen cuando aplicamos cremas o maquillajes que no son aptos para nuestro tipo de piel, por lo que consultar a un dermatólogo antes de aplicar cualquier producto es fundamental.

El Dr. Figueroa comenta que sus pacientes frecuentemente llegan necesitando una ayuda por utilizar productos no recomendados para su piel. “Lo más frecuente es la aparición o empeoramiento de acné por productos oleosos (aceites) y también las dermatitis de contacto irritativas por exfoliaciones mecánicas con productos caseros. Cabe mencionar también que a veces hemos visto empeoramientos de pigmentaciones faciales después de tratamientos con ácidos provenientes de limones”, cuenta el médico.

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Para el especialista existen tres punto fundamentales para un correcto cuidado de la piel:

1. Un producto de limpieza: El cual debe ser adecuado según nuestro tipo de piel. Puede ser desde un jabón en caso de pieles grasas hasta una agua micelar para las pieles más sensibles.

2. Hidratación: Hay diversidad de productos hidratantes con diferentes características, todo esto en función de el tipo de piel y de algunos elementos extras que se adicionan según requerimientos (despigmentantes, antiaging, etc.)

3. Fotoprotección: Toda rutina debe incluir el uso de un fotoprotector en forma diaria, cada 3 horas y durante todo el año, esté o no expuesta directamente al sol. Hay diversas fórmulas cosmecéuticas (productos cosméticos con ingredientes bioactivos que supuestamente tienen beneficios médicos) que aseguran la adherencia al uso.

Además, otro punto importante para su cuidado diario es el no fumar, ya que el tabaco causa envejecimiento prematuro de la piel.

Enemigos de la piel

La precaución debe ser una aliada al momento de cuidar la piel del rostro, ya que esta es más sensible que el resto de nuestro cuerpo, por estar constantemente expuesta a los rayos ultravioleta y los niveles de contaminación de las ciudades.

El dermatólogo de la Clínica Dávila enfatiza en que “siempre hay que tener cuidado con los productos naturales, porque las concentraciones no siempre son estándar como los preparados farmacéuticos o cosmetológicos”.

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“Sin embargo, luego de una evaluación inicial por especialista, las pieles sensibles podrían usar agua de manzanilla helada a libre disposición por su efecto descongestionante y el gel de aloe vera ayuda en caso de quemaduras solares y dermatitis irritativas.
Personalmente no recomiendo ningún otro tipo de producto casero en rutinas de cuidado de la piel”, concluye el especialista.

Algunos de los productos y soluciones que se han vuelto virales durante el último tiempo son el uso de ‘aceite de coco’ como hidratante, bicarbonato de sodio, azúcar para exfoliar, e incluso, el uso de ácidos como el limón. Todos estos, son extremadamente perjudiciales para la salud de los diferentes tipos de pieles, por lo que antes de seguir cualquier rutina facial, debe siempre ser consultada a un dermatólogo.