Ese doloroso “tirón” que se siente en la zona lumbar al agacharse y que te obliga a permanecer inmóvil durante unos minutos, puede solucionarse.

En este contexto, Mario Gestoso, médico de la unidad de Espalda Kovacs del hospital español HLA Moncloa Universitaria, advierte al diario electrónico El País, que la inactividad y el sedentarismo son factores desencadenantes de dolencias de espalda muy frecuentes.

“Si no existe una alteración estructural de la columna vertebral, lo más frecuente es que lo que provoque el dolor sea una musculatura débil o atrofiada“, explica el especialista.

Según plantea Gestoso, el mejor remedio y prevención para este tipo de dolencias, es ejercitar y reforzar la musculatura.

De este modo, el especialista destaca que el primer paso, es romper el “círculo vicioso de dolor”, reposo e inmovilidad total, ya que lo único que lograrás es sufrir un desgaste en tu masa muscular.

“Muchas personas que padecen dolor lumbar crónico (que dura semanas) empiezan a sufrir kinesofobia; es decir, tienen miedo a mover la parte dolorida, y eso no solo incrementa la sensibilidad en la zona, sino que perpetúa el dolor y complica la recuperación funcional”, añade Gestoso.

Estiramientos exprés

De seguro si sientes malestar en la espalda, quieres que desaparezca lo antes posible. Afortunadamente existen algunos estiramientos para conseguir ese objetivo.

El experto aconseja hacerlos diariamente, dos o tres veces cada uno. Recuerda mantener los músculos en tensión durante 30 segundos y sin sobrepasar nunca el punto de dolor.

No obstante, antes de estirar, Gestoso recomienda realizar una postura de descarga, la cual consiste en recostarse bocarriba, flexionar la rodillas y colocar una almohada o una toalla doblada bajo la zona lumbar.

“Permanecer así un par de minutos ayuda a aliviar el dolor“, aconseja. Después de realizar esa postura, puedes proceder a realizar los dos estiramientos siguientes:

El estiramiento del orador

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El estiramiento del orador consiste en colocarse de rodillas y con los pies estirados hacia atrás. De este modo, apoya las manos en el suelo, a la altura de los hombros.

Desde esa postura, con la cabeza erguida, se comienza a estirar la espalda lentamente hacia atrás, de modo que sientas cómo los glúteos se sientan sobre los talones.

Estiramiento del gato

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Para el estiramiento del gato, comienza en una con las rodillas y las manos apoyadas en el suelo. Conserva la espalda recta.

Posteriormente, arquea la espalda lo más que puedas. Mantén la posición durante unos segundos antes de volver a la postura inicial.