Permanecer en la misma posición por más de 45 minutos podría provocarte lesiones. Por este motivo, los especialistas recomiendan hacer pausas para estirar los músculos.
En este contexto, los masajes son muy beneficiosos para el cuerpo, ya que mejoran la circulación en los tejidos. Idealmente, deberían ir acompañados de estiramientos y movimientos.
Asimismo, Karen Howell, directora y masajista de Team Actuate, destaca la importancia de masajearse uno mismo.
Para esto, la experta explicó un sencillo método que consta de tres partes, según consigna el diario electrónico Huffington Post.
Antes de comenzar con el masaje, Howell advierte que no debes ejercer demasiada presión en ninguna zona que te duela. Si el malestar persiste, tal vez sea mejor consultarlo con un especialista.
Diferentes métodos
En el caso de que vivas sola, puedes utilizar una pelota de tenis (o cualquiera del mismo tamaño) y ubicarla entre la columna y la escápula, nunca directamente en la columna.
A continuación, apóyate en la pared y deslízate de arriba a abajo. También puedes hacerlo en la espalda baja.
“Cuidado con la presión que ejerces y el tiempo que lo haces (…) El abuso o el uso incorrecto puede irritar unos músculos que ya estaban tocados, así que empieza poco a poco”, recomienda Howell.
Si no tienes pelotas, puedes intentar hacerlo con un rodillo de espuma (de esos para pintar) o improvisar uno enrollando una toalla alrededor de un uslero y atándolo con gomas elásticas.
En este contexo, la fisioterapeuta y masajista Renata Nunes, recomienda usar el rodillo de cocina o un cepillo de dientes nuevo, y frotar suavemente los músculos del cuello en movimientos descendentes hacia los hombros.
Al igual que Howell, Nunes advierte que no debes ejercer mucha presión sobre la zona. Sin embargo, puedes hacerlo tan seguido como lo necesites.
Otra técnica, es utilizando una toalla. “Toma una de tamaño mediano y enróllala hasta formar un cilindro. Sostén cada extremo, acomoda la base de la cabeza y la parte superior del cuello y deja que el peso de la cabeza recaiga en la toalla. Mueve la toalla de lado a lado para mecer la cabeza”, aconseja.
Si no quieres emplear objetos de este tipo, puedes utilizar tus propias manos para masajearte la espalda.
Para lograrlo, debes acostarte bocarriba, cerrar los puños con los pulgares fuera y colocarlos a ambos lados de la columna. “Muévete sobre ellos para aliviar tensiones”, añade finalmente.
