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El tradicional restaurante santiaguino, La Piojera, está evaluando cambiar su domicilio ubicado en calle Aillavillú 1030, cerca de la estación Cal y Canto, lo que ha generado un intenso debate. Incluso el alcalde de Santiago, Mario Desbordes, expresó preocupación por un eventual traslado al sector oriente. Aunque poco se sabe sobre los dueños actuales, se destaca que el local pertenece a la familia Benedetti, con Mauricio Gajardo como representante legal. La posible mudanza se atribuye al incremento de la delincuencia y la disminución de clientes, con una caída del 60 % en las ventas debido a la inseguridad del barrio.

Hace pocos días desde la administración del tradicional restaurante La Piojera, informó que evalúa cambiar el domicilio de este clásico santiaguino.

Desde entonces, el debate se abrió sobre el posible cambio, de este simbólico local, ubicado en calle Aillavillú 1030, en las cercanías de estación Cal y Canto.

Hasta el alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), advirtió que le preocupa que recinto no se mude al sector oriente.

Sin embargo, poco se conoce sobre los actuales dueños del recinto.

Los dueños de La Piojera

Si bien la famosa picada existe desde 1886, el inmueble que alberga las tradiciones “guachacas” fue adquirido en 1916 por Carlos Benedetti Pini, comerciante sureño e hijo de inmigrantes italianos.

Son justamente miembros de este clan, los que administran “La Piojera”, según recogió DF Más.

De hecho, luego el local pasó a manos de los cinco hijos del comerciante: Carlos, Yolanda, Adriana, Graciela y Carlota Benedetti Díaz. No obstante, en 2001, Hubertz Bernatz Benedetti, hijo de Adriana, compró la participación de dos de sus tíos, Carlos y Graciela, a nombre de la sociedad Plasal Inversiones S.A, expuso el citado medio.

Cabe mencionar que el terremoto, dulce con granadina, o amargo con fernet, es una de las principales preparaciones del histórico local.

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Mauricio Gajardo, quien es el representante legal del restaurante, expone que “La Piojera”, sigue siendo propiedad del clan Benedetti, y que ahora él ayuda a administrar el negocio. Según contó, la familia “son personas de mayor edad o tienen otros negocios. Todo me lo dejan en confianza a mí”.

Así las cosas, Gajardo, esgrime que los factores que inciden en la posible mudanza es el aumento de la delincuencia y la baja asistencia de clientes.

“Las ventas han bajado un 60 %, debido principalmente al barrio que se ha vuelto muy peligroso. En otro lugar tendríamos más público”, indicó a Ex-Ante.