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El Tribunal Supremo de Irán anuló la condena a muerte del rapero Toomaj Salehi, quien había sido sentenciado a pena capital en abril de 2024 por su apoyo al movimiento de protestas de 2022. Salehi, de 33 años, había mostrado respaldo al movimiento tras la muerte en custodia de Mahsa Amini, una joven kurda iraní detenida por presuntamente llevar mal el velo.

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El Tribunal Supremo de Irán anuló la condena a muerte del artista Toomaj Salehi, quien lleva más de un año y medio detenido por su apoyo al movimiento de protestas de 2022, informó su abogado.

El rapero iraní de 33 años había sido sentenciado a pena capital en abril de 2024 por “corrupción en la tierra”, uno de los cargos más graves en el país.

“La condena a muerte fue anulada y, de acuerdo con la decisión del Tribunal Supremo en apelación, el caso será remitido a un tribunal similar”, escribió el abogado Amir Raïssian en la red social X (Twitter).

Salehi había mostrado su apoyo al movimiento de protestas tras la muerte en custodia de Mahsa Amini, una joven kurda iraní detenida por supuestamente llevar mal el velo, a través de sus canciones y redes sociales.

La justicia acusó al rapero iraní de “incitación a la sedición, reunión, conspiración, propaganda contra el sistema y llamado a los disturbios”, según explicó su abogado.

Durante las manifestaciones de octubre y noviembre de 2022, varios centenares de personas, entre ellas miembros de las fuerzas de seguridad, murieron. Además, miles de personas fueron detenidas. Según organizaciones no gubernamentales, nueve personas han sido ejecutadas en relación con las protestas.

¿Quién fue Mahsa Amini?

Fue en septiembre de 2022 que Mahsa Amini, una joven de 22 años kurda en Irán, estaba visitando Teherán con su hermano. En su camino fue detenida por la policía “de la moral” (gasht-e ershad), quienes suelen arrestar a mujeres que no cumplen con las estrictas leyes sobre el uso del velo, de acuerdo a Amnistía Internacional de España.

Tras ello fue introducida a la fuerza en una furgoneta, donde de acuerdo a testigos, los policías la golpearon y la trasladaron a un centro de detención donde le aseguraron a ella y a su hermano que iba a recibir una “clase educativa para reformar mujeres y niñas que infringen el código de vestimenta islámico”, puesto que llevaba de manera incorrecta el velo.

Horas después, se informó que la policía “de la moral” la había torturado y maltratado dentro del furgón, golpeándola en la cabeza. Mahsa Amini entró en coma y fue llevada en ambulancia al Hospital Kasra de Teherán. Tres días después falleció.