El actual multimillonario acabó viviendo en las calles con su hijo, a quien no quiso dejar incluso cuando tocó fondo y sin hogar.

Quizá fue viendo la televisión, en el cine o en internet, pero muchos conocen la historia de la película En Busca de la felicidad, donde Will Smith interpreta a un padre soltero que, tras invertir todo en un nuevo proyecto de negocios, lo pierde todo.

Así, junto a su pequeño hijo (Jaden Smith), comienza su viaje para poder salir desde lo más fondo que ha llegado: con los bolsillos vacíos, yendo de puerta en puerta, buscando la oportunidad de conseguir su empleo soñado para vivir bien con el pequeño.

Pero dicha historia no es solo una película, sino que es la historia real de Christopher Gardner, quien a finales de los 80 vivió parte de lo que se ve en la cinta y hoy es un exitoso empresario y filántropo. 

De acuerdo a The Independient, antes de que naciera su hijo, Gardner se unió a la marina y quiso prepararse para estudiar medicina, aunque jamás llegó a su meta. Es por eso que, en cambio, comenzó a vender diferentes tipos de equipos médicos.

Es ahí donde aparece una historia que muchos conocen: su búsqueda por poder vender un escáner de densidad ósea que pocos médicos querían comprar.

Fue entonces que, tras el nacimiento de su hijo, vio a un hombre impecablemente vestido estacionar su Ferrari rojo. Incrédulo de ver lo que estaba frente a sus ojos, Gardner hizo dos preguntas al desconocido: “¿Qué haces?” y “¿Cómo haces eso?”.

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El hombre era corredor de bolsa y ganaba 80.000 dólares al mes. Desde entonces, Gardner comenzó su nueva búsqueda para lograr tener pasantías con corredores de toda la ciudad.

Fue admitido y despedido en cosas de días luego de que la misma persona que lo contrató también fue removido. Así, la mala racha continuó su curso, siendo encarcelado por no pagar una serie de multas, a lo que su novia decidió irse con su hijo.

Pese a que la necesidad era mucha, Gardner luchó por lograr la custodia del pequeño, cosa que logró poco antes de perder su departamento.

La historia tras En Busca de la felicidad

De acuerdo a lo consignado por la BBC, cuando Gardner tenía 27 años, él y su pequeño vivieron en la calle por un año, durmiendo en estaciones de trenes, un parque, e incluso el mismo lugar en donde Gardner trabajaba. Asimismo, comían en los comedores de beneficencia para no lograr pasar hambre.

Y es que si bien tenía un empleo con el sueldo mínimo, sus ganancias iban directamente a un jardín en donde su hijo podía ir mientras él cumplía las jornadas, por lo que no tenía lo suficiente como para pagar un techo en el que vivir.

Aun así, Gardner no se rindió e incluso entre los espacios de su trabajo, siguió buscando la oportunidad para conseguir su pasantía. Finalmente, tras hablar abiertamente sobre su situación actual en su entrevista, fue contratado en Dean Witter debido a su honestidad.

Así, Gardner dio todo de sí, logrando convertirse en el único de su grupo en lograr ser contratado a tiempo completo, lo que le permitió poder comprar un hogar y avanzar cada vez más en su carrera.

En 1987, Gardner logró establecer su propia firma de corredores de bolsa, Gardner Rich.

Su riqueza solo fue en aumento desde entonces, comprando incluso el Ferrari de Michael Jordan. Hoy, viaja por el mundo dando charlas motivacionales y así como también ayuda a diferentes organizaciones benéficas para la gente sin hogar y contra la violencia a la mujer.

Tras lograr establecerse, Gardner lanzó su autobiografía The Pursuit of Happyness (“En Busca de la Felicidad”). El libro, además de ser un éxito, acabó ganándose la atención de Hollywood que llevó su historia al cine en 2006.

Gardner dijo a la BBC que “no cambiaría nada” de su vida, asegurando que “el resto de mi destino llegó porque tomé las decisiones correctas”.

En 2021, Gardner participó en una Charla en Santiago, Chile. Ahí, envió un mensaje a los chilenos asegurando que “cuando hacemos algo que realmente nos apasiona, ahí es cuando llega el éxito y la alegría. Ese es el punto óptimo”.

“Siempre debemos hacer aquello que nos gusta. No todo siempre tiene que ser ‘quiero ganar dinero’ (…) El rol de un emprendedor es convertir una visión en realidad. Esa es una gran responsabilidad, es una gran oportunidad, y no se trata de querer ganar dinero”, dijo entonces.