La paranoia es una condición psicológica seria, en la cual una persona siente que existe una gran conspiración en su contra, en la que participan todas las personas que son cercanas a uno así como también los miembros de organizaciones como colegios, trabajos y universidades.

Pero pocos saben de su condición opuesta: la pronoia. Descubierta y definida oficialmente en la investigación del psicólogo Fred H Goldner en 1982, publicada en el journal Social Problems, es un estado mental “positivo”, pero dañino para la persona a la larga.

Consiste en una versión “benigna” de la paranoia, bajo la cual todavía se cree en una gran conspiración enfocada en uno mismo, sin embargo, esta busca lograr el éxito del individuo, en vez de su derrota.

En otras palabras, las personas que sufren de pronoia creen que todos buscan ayudarles a salir adelante, a cambiar los resultados si es necesario para darles éxito, e incluso que este es un deseo natural de los demás.

Pexels (CC0)
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Los efectos de esta condición pueden incluir un falso sentimiento de seguridad, falta de responsabilidad, complejos de superioridad e incluso inferioridad, dependiendo de si la persona ve a esta conspiración de manera positiva o negativa, y más.

Es un fenómeno que originalmente fue descrito de manera clínica, pero que rápidamente fue adaptado a la realidad social para poder explicar el surgimiento de los movimientos “new age” en el Reino Unido y Estados Unidos, donde una ola de positivismo marcó los fines de los años 80 y principios de los 90.

Fue una idea tan común en su momento, que incluso se podía ver en el entretenimiento y la ficción. El libro “El Alquemista” de Paulo Coelho hace referencia a ella, con la frase “cuando quieres algo, el universo conspira para ayudarte a conseguirlo”

Otra obra famosa que toca sobre la pronoia es la película de 1988 “El Show de Truman”, donde el protagonista es parte de un reality que busca estudiar en profundidad su vida, guiando al mundo alrededor suyo al éxito y al drama al mismo tiempo.

Aunque no existen casos recientes documentados de la pronoia, es una de esas condiciones que nunca se han ido completamente de la sociedad, gracias a libros como “El secreto” que indican que si uno quiere algo, el universo se lo dará.

Es una idea reconfortante, pero que, lamentablemente, puede llevar a ignorar la realidad alrededor de uno, como bien advierte Goldner en su investigación.

Es sólo una forma más de recordar que aun la condición mental más benigna puede tener graves consecuencias a futuro si no es tratada a tiempo.