Hoy en día, la conversación cotidiana solo parece girar en torno al nuevo coronavirus.

No obstante, no es el primer virus en aparecer en la historia del planeta.

Mas bien es el primero en generar caos generalizado en nuestros días, con la correspondiente pandemia que gatilló una paralización nunca antes vista, con serios coletazos económicos, sociales y sanitarios.

Pese a ello, y hace pocos años, uno en particular tuvo una altísima mortalidad, pero pasó totalmente desapercibido. Es más, puede que nunca hayas escuchado de el.

Entre septiembre y octubre de 2008, el virus Lujo hizo su primera y última mortal aparición en Sudáfrica, con cinco casos registrados, de los cuales cuatro terminaron en muerte.

Sí, puede que cinco pacientes no suene como mucho, pero no deja de ser menor el hecho que haya matado al 80% de la población infectada: la misma Biblioteca de Medicina de Estados Unidos destacó esa cifra para referise a ese capítulo en la historia de la salud.

En la misma línea, a juicio del epidemiólogo estadounidense Ian Lipkin, Lujo fue el virus más letal del que se tenga conocimiento hasta el momento, aunque fue rápidamente controlado, consignó LUN.

¿Y qué es?

Lujo o la fiebre hemorrágica Lujo es causada por el virus del mismo nombre, el que pertenece a la familia de los Arenavirus, responsables por ejemplo de la fiebre Lassa.

A diferencia de otros patógenos, Lujo no está tan bien estudiado puesto que gran parte de la información clínica con la que se cuenta proviene del pequeño grupo que se vio afectado en aquella oportunidad.

De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés), el primer paciente, cuya fuente de infección no pudo ser determinada en un principio, infectó a tres profesionales de la salud. Todos perdieron la vida.

En concreto, se trató de una agente de viajes que vivía en las afueras de Lusaka (capital de Zambia) y que fue derivada hasta Johannesburgo, Sudáfrica, para tratamiento médico.

Un cuarto trabajador sanitario contrajo el virus, pero logró sobreponerse a la enfermedad gracias a un tratamiento en el cual le suministraron ribavirina, medicamento ocupado por ejemplo en contra de la fiebre Lassa y la hepatitis C.

Así, esta persona fue la única en sobrevivir al virus Lujo durante aquel brote.

Transmisión

La zoonosis jugó un papel clave en este caso. Es decir, tal como el Covid-19, el MERS con anterioridad y el SARS, en 2002, Lujo pasó al ser humano proveniente del mundo animal.

De acuerdo a la CDC, el virus vive en roedores, aunque igual sigue presente en sus heces u orina.

En ese pequeño grupo de cinco personas, personal médico y científico pudo comprobar que Lujo también podía contagiarse entre humanos a través de fluidos corporales, en la ausencia de medidas sanitarias preventivas.

De acuerdo a la indagación científica realizada al respecto, se concluyó que este arenavirus tiene un periodo de incubación que fluctúa entre los 7 y 13 días.

Tras este periodo, los pacientes desarrollaron cuadros febriles acompañados de dolores musculares y de cabeza.

Sin embargo, los casos también mostraron problemas en la piel desde la cara hasta el tronco, hinchazón de la cara y el cuello, faringitis y diarrea.

Las personas que murieron también tuvieron problemas respiratorios, colapso del sistema circulatorio y complicaciones neurológicas, con su deceso gatillandose entre el día 10 y 13 de la infección.

Contagio y estudio

“La mortalidad precisa de Lujo es desconocida, aunque cuatro de los cinco casos descritos fueron fatales”, detalló la CDC en su especial sobre este patógeno que, tal como los otros arenavirus, puede ser excretado por la orina y el semen semanas después de recuperarse.

Por ello es que los investigadores establecieron el análisis periódico de este tipo de fluidos en pacientes recuperados de un arenavirus para evitar el contagio de parejas sexuales.

No obstante, las personas que trabajen en campos de esa zona de África están expuestas a un mayor riesgo por su labor, la que los puede llevar cerca de un roedor y sus fecas.

Por ende, sus parejas igual son un grupo de riesgo, aunque no trabajen la tierra.

Sumado a lo anterior, personal de laboratorio también puede infectarse de este virus durante la realización de pruebas o el manejo del mismo patógeno.

No obstante, de hacer todo como corresponde, aquello no debería ocurrir, ya Lujo junto al SIDA, MERS, SARS, gripe aviar y porcina, Marburgo, Lassa, Hendra (o Nipah) y el Ébola son estudiados en laboratorios de alta seguridad.

Lujo y Hendra forman parte de un selecto grupo cercano a los 20 virus que solo pueden ser estudiados en un laboratorio de bioseguridad de nivel cuatro, el más alto en ese campo.

Al tratarse del clan de mayor riesgo, estos centros guardan sustancias biológicas que pueden causar enfermedades graves en humanos y frente a las cuales no es posible la prevención o el tratamiento efectivo.

“Ya que la infección con el virus Lujo puede producir síntomas hemorrágicos severos en humanos, los investigadores que lo estudian solo deben trabajar en los laboratorios BSL4, donde las condiciones de seguridad más estrictas están vigentes. En Estados Unidos, el virus Lujo está clasificado como un agente selecto”, consignó la CDC en su página web.

En el mismo portal indican que el mejor modo de prevención sería mantener a raya la población de ratas, aunque eso no serviría para contactos peligrosos en el exterior.

Así, como en otras enfermedades que conllevan cuadros febriles con hemorragia, la entidad señaló que se deben implementar barreras sanitarias complejas a la hora de lidiar con un caso sospechoso o confirmado de Lujo.

“No ocurrieron más infecciones luego de su puesta en marcha en el sur de África”, afirmaron.