El éxito, en la sociedad moderna, está asociado al buen empleo, el reconocimiento social, la solvencia, el intercambio afectivo. Si bien la educación adecuada, los contactos y la apariencia son requisitos básicos, el trato interpersonal alcanza a allanar caminos… o a entorpecerlos.

Las actitudes positivas suelen ser premiadas con mayor posibilidades de triunfo. Por el contrario, las pesimistas hallan obstáculos con mayor frecuencia.

Los psicólogos apuntan que las personas prefieren relacionarse con los optimistas, individuos seguros de sí, en detrimento de quienes manifiestan dudas sobre sus aptitudes y capacidades. La propia autoestima depende de la postura asumida. En ese sentido, el lenguaje puede ser revelador.

Así opina Bernard Roth, profesor de la Universidad de Stanford, en su libro El hábito del logro. De acuerdo con Roth, un pequeño cambio en el vocabulario impacta positivamente en conseguir las metas. La táctica forma parte del llamado “design thinking”, un novedoso método de gestión de proyectos.

Dos frases que es mejor eliminar

La tesis propone un enfoque positivo a los problemas. Por ejemplo, en la situación “quiero ir al gimnasio, pero tengo que preparar los documentos de mañana”.

Roth sugiere que al usar la palabra “pero”, creas para tí mismo un conflicto (y a veces una razón) que en realidad no existe. “Lo que necesitas es una solución”, enfatizó.

El profesor asume más adecuada la expresión “quiero ir al gimnasio y tengo que preparar los documentos de mañana”. De esa forma, el cerebro considera cómo puede tratar con ambas partes de la oración, y por tanto, estás más propenso al éxito.

Otro truco consiste en intercambiar las frases “tengo que” por “quiero”. Los adultos generalmente están abrumados por un sinfín de actividades diarias. El profesor propone variar, a ver si de ese modo los deberes resultan más placenteros.

“Este ejercicio es muy eficaz para hacer que las personas se den cuenta de que lo que hacen en sus vidas, incluso las cosas que les parecen desagradables, son, de hecho, lo que han elegido”, afirma en El hábito del logro.

Bernard Roth, titulado en ingeniería en la Universidad de Columbia, desde 1967 está involucrado a investigaciones de cinemática en robots. Durante más de medio siglo ha coordinado a diferentes equipos de investigadores en el campo de la ciencia aplicada.