De cara al 18: cómo guardar la carne de forma segura en el congelador y cuántos meses puede durar

Aunque una buena parte de los chilenos dejará sus compras ligadas a Fiestas Patrias para último momento, algunos ya están comprando. Y como aún queda tiempo, optan por dejar la carne en el congelador ¿Por cuánto tiempo puede mantenerse allí de forma segura?

Anticiparse no solo evita andar corriendo a última hora con las compras, también permite sortear la escasez de productos que se genera la semana previa, y salirse de las eternas filas en carnicerías y supermercados.

A partir de ello es que las recomendaciones apuntan a comprar ahora y congelar para mantener la frescura de los productos. Sin embargo, para que llegue en perfecto estado a la parrilla, hay que considerar una correcta manipulación y congelado.

¿Cómo guardar la carne de forma segura en el congelador?

Desde Doña Carne, recomiendan porcionar los productos antes de guardarlos. Para ello, sugieren envolverlos primero en film plástico y luego en una bolsa hermética. Con todo, deben congelarse lo antes posible tras la compra. Además, siempre es importante etiquetar con la fecha y el tipo de corte.

Respecto a los tiempos, señalan que los embutidos pueden congelarse en su envase original si están al vacío, mientras que si son a granel, se deben almacenar en paquetes de 4 a 6 unidades bien envueltos.

En cuanto a los tiempos seguros de conservación, Álvaro Martínez, gerente comercial de la cadena de carnicerías, explica que “la carne de vacuno puede mantenerse hasta 6 meses en congelador, el pollo entre 3 y 4 meses, el cerdo hasta 4 meses, y las longanizas, chorizos o butifarras frescas entre 2 y 3 meses”.

A lo anterior, agregó que “el descongelado también requiere cuidados: lo más seguro es pasar la carne del congelador al refrigerador con 24 horas de anticipación, no a temperatura ambiente”.

Un consejo extra de los especialistas es elaborar un “mapa” del congelador, es decir, un registro o esquema de dónde está guardado cada producto. Esto permite localizar los alimentos de forma rápida, reducir el tiempo con la puerta abierta y evitar que algunos cortes queden olvidados hasta perder su calidad.