Este domingo se conoció que el expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue diagnosticado con cáncer de próstata ¿Cuáles son las características de esta enfermedad y el tratamiento? Acá te contamos los detalles.
Según anunció su oficina a partir de un comunicado, el exmandatario que dejó la Casa Blanca en 2024 fue diagnosticado con un “estado agresivo” de la enfermedad y con metástasis en los huesos.
Pese al avanzado estado de la enfermedad, desde su oficina apuntaron que el cáncer “parece ser sensible a las hormonas, lo que permite un tratamiento eficaz”, por lo que añadieron que “el presidente y su familia están revisando diferentes opciones” con sus médicos para evaluar cómo seguir.
El cáncer de próstata en cifras
Según la agencia de noticias, EFE, el cáncer de próstata es el cuarto tipo más frecuente, seguido del de pulmón, mama, y colorrectal.
Además, es el segundo más común en Estados Unidos, superado solo por el cáncer de piel y, de acuerdo con datos de la Sociedad Americana contra el Cáncer, para este 2025 se calcula que se diagnosticarán alrededor de 313.780 casos nuevos.
Lo que además se sumaría a unas 35.770 muertes que se producirían este año, según los cálculos de la misma entidad.
En qué consiste esta enfermedad
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), indica que el cáncer de próstata es un tumor maligno que se origina en las células que forman la próstata.
El sitio web de medicina, Medline Plus, explica que suele crecer lentamente y si no se propaga a otras partes, “es posible que no cause problemas graves”. Sin embargo, también apunta que en algunos casos puede crecer de forma acelerada y “diseminarse a otras partes del cuerpo”, volviéndose grave.
Si el tumor crece, puede producir síntomas urinarios como la disminución del calibre o interrupción del chorro de orina; aumento de la frecuencia de la micción, sobre todo nocturna; y dificultad para orinar o escozor durante la micción.
Otros signos menos frecuentes incluyen la presencia de sangre en la orina y/o en el semen, o impotencia sexual.
A la vez, apuntan que en fases avanzadas pueden aparecer dolores óseos por el desarrollo de metástasis en los huesos, como el caso de Biden, con posibilidad de fracturas, cansancio y pérdida de peso, hinchazón de piernas o complicaciones graves como pérdida de fuerza en estas extremidades -por compresión de la médula espinal en casos de afectación de la columna vertebral.
Factores detrás del cáncer de próstata
La mayoría de los casos se diagnostica en una fase inicial en la que los pacientes no presentan síntomas, luego de detectarse resultados elevados en una prueba de sangre del antígeno prostático específico, que es una sustancia producida en exclusiva por las células que forman parte de la próstata.
Asimismo, puede diagnosticarse por una alteración en el tacto rectal.
Respecto a qué causa el cáncer de próstata, Medline Plus señala que las investigaciones no han hallado qué lo origina, aunque sí saben que este ocurre “cuando hay cambios en el material genético (ADN)”.
Si bien hay agentes que pueden influir en su aparición, como una dieta rica en grasas animales y pobres en verduras, la obesidad y el tabaco, su influencia solo sería “en menor medida” en comparación a otros factores.
Sobre esa línea, la edad es el agente principal, ya que una mayor edad aumenta las posibilidades de que se diagnostique. Tanto así que aunque es el tipo de cáncer más común en hombres mayores de 65 años.
Junto a la edad, los antecedentes familiares también son un factor a tener en cuenta. De hecho, según expuso la SEOM a Agencia EFE, hasta el 10% de los casos de cáncer de próstata tienen un componente genético, de forma que los varones con un familiar de primer grado diagnosticado de este tumor tienen más probabilidad de desarrollarlo, incluso puede aparecer a una edad más precoz, por debajo de los 55 años.
Qué considera el tratamiento de la enfermedad
Para conocer el estado de una persona con la enfermedad, se realiza un estudio de extensión que es fundamental para planificar y ofrecer el mejor tratamiento a cada paciente en cada momento de la enfermedad.
La SEOM señala que el tratamiento básico que debe recibir cualquier paciente con cáncer de próstata avanzado desde el momento del diagnóstico es el tratamiento hormonal con terapia de privación androgénica (TDA), ya que las células del cáncer de próstata dependen de la testosterona para crecer y reproducirse.
Para conseguir la privación de andrógenos se recurre a la cirugía, y esta consiste en la castración mediante orquiectomía bilateral, es decir, la extirpación de los testículos para la disminución “rápida y definitiva” de la testosterona.
No obstante, esta se ha sustituido por la castración farmacológica y la cirugía solo se plantearía en situaciones muy concretas como, por ejemplo, la compresión de la médula espinal producida por metástasis.
También se recurre a los fármacos análogos de GnRH, que inhiben la producción de andrógenos actuando sobre la hormona que regula su síntesis.