Usar una mascarilla más ajustada o dos mascarillas simultáneamente, puede aumentar significativamente la protección contra el coronavirus, según un nuevo estudio del Centro para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC).

Esta nueva investigación sugiere que la transmisión del virus puede reducirse hasta en un 96,5%, siempre y cuando una persona infectada como una no infectada, utilizan una combinación de mascarilla quirúrgica con una de tela.

La Dra. Rochelle P. Walensky, directora de CDC, explicó que “con los casos de hospitalizaciones y muertes aún muy altos, ahora no es el momento de revertir los requisitos de las mascarillas. La conclusión es esta: las mascarillas funcionan y funcionan cuando se ajustan bien y se usan correctamente”.

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Según este informe, la manera correcta sería ajustar la mascarilla quirúrgica, anudando las dos hebras que van a las orejas justo donde se unen al borde de la mascarilla, para luego doblar y aplanar la tela extra en borde de la máscara, metiéndolo hacia adentro para un sello más apretado.

Otras formas de hacer efectivas estas prevenciones, sería el uso de un ajustador de mascarillas, un marco contorneado a la cara sobre una mascarilla o usar una manga de material de medias de nailon transparente alrededor del cuello y levantada sobre una tela o máscara quirúrgica, según explicaron desde CDC.

Efectividad

Esta nueva investigación se basó en experimentos de laboratorio y no está claro cómo funcionarán estas recomendaciones en el mundo real. Según el Dr. John Brooks de CDC, dijo que “es una evidencia muy clara de que cuantos más usamos máscaras y mejor nos queda la máscara, más nos beneficiamos individualmente”.

El Dr. José Gregorio Martínez, infectólogo de la Clínica Vespucio, indicó que “la recomendación inicial para las personas en un espacio concurrido es el uso de una mascarilla de al menos dos capas de tela, que sea lo suficientemente blanda para que no corte la respiración por ejemplo, por lo que las mascarillas de vinilo no son recomendadas debido a que pueden afectar la respiración”.

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Además, señaló que “algunos expertos de mecanismo de transmisión viral justifican el uso de doble mascarilla en los casos de que las mascarillas queden con espacios sin sellar cuando no se ajustan al rostro, por lo que agregar una segunda mascarilla de tela puede aumenta la protección y cerrar esos espacios laterales“.

El infectólogo también enfatizó en por qué hay personas reacias al uso del doble mascarilla y que esto se debe al hecho de que pueda dificultar la respiración.

Sin embargo, la efectividad y beneficios del uso de doble mascarilla parecer ser mayor a sus contraindicaciones, ya que una mascarilla de tela protege el filtro de la quirúrgica de las partículas húmedas, aumentando la vida útil del filtro de las mascarillas.

Por su parte, el urgenciólogo de la Clínica Universidad de Los Andes, Dr. Ricardo Valenzuela, comentó que “las mascarillas más recomendadas son las quirúrgicas. Estas mascarillas son de amplio acceso y están al alcance de todo el mundo, pero la idea es usar sólo una y desecharla apenas se humedezca”.

El Dr. Valenzuela además enfatizó en que la mascarilla más efectiva es la N95, y que aunque su defecto es que sea un poco más cara, su vida útil es de 24 horas sin preocuparse de que se pueda humedecer o no.

¿Cómo escoger una buena mascarilla?

Sobre la elección de las mejores mascarillas y su efectividad, el CDC indica que los tipos más recomendados son los de tela (certificados por los centros de salud), quirúrgicas y las N95 o FFP2.

En cuanto a las quirúrgicas, tienen características que por su facilidad de uso y nivel de contención se han convertido en las mascarillas más populares. Su estructura contiene tres capas, en las cuales la capa exterior tiene propiedades hidrofóbicas y la interior, que está en contacto con nuestra piel, boca y nariz, la capacidad de absorber la humedad.

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Las FFP2 homologadas, tienen la capacidad de filtrar más del 92% de las partículas que están en el aire, además de contener al menos seis capas de aislamiento.

El CDC también es enfático en decir que pese a las características expuestas sobre el uso de mascarillas, estas están condicionadas a su deterioro y a acumular partículas en los poros de sus estructuras, generando dificultades para respirar con ellas luego de unas horas, haciendo que pierdan su eficacia.