Gran parte del debate en materia de salud desde hace un tiempo, se ha centrado principalmente en la crisis y el destino de la isapres tras el fallo de la justicia que las obliga a devolver una cuantiosa suma por concepto de excedentes. Si bien es natural que el debate público y mediático se centre en los aspectos más urgentes, este no puede quedar monopolizado exclusivamente por un solo tema, ya que existen otros asuntos que han quedado postergados por lo mismo, pero en los que se requiere avanzar, ya que de ellos depende también el adecuado funcionamiento del sistema de salud.

La actual crisis sanitaria que vive el país por el explosivo aumento de enfermedades respiratorias y el fuerte incremento de la demanda por atención en la red asistencial, conforma la relevancia que tiene el sistema de salud, tanto público como privado, para el bienestar de la población.

Uno de esos aspectos es la modernización de la normativa que regula los dispositivos médicos, materia que actualmente se está abordando como un apéndice de la cuestionada Ley de Fármacos II, que a su vez duerme el sueño de los justos en el Congreso, con una tramitación que parece no tener fin, al no existir mayor voluntad política para avanzar en su discusión.

Aquí hay dos aspectos que son clave para la industria de los dispositivos médicos: uno es nuestro claro interés por contar con una regulación moderna, que contribuya a mejorar la eficiencia y transparencia de esta industria. Especialmente en su relación con el Estado, que es el principal comprador de dispositivos médicos en el país, considerando que cerca del 80% de la población se atiende actualmente en el sistema público.

Y dos: dada la trascendencia que tiene esta industria para el sistema sanitario nacional, se le debe dar la relevancia que tiene por el alcance de lo que significan estos dispositivos para el adecuado funcionamiento de la red de salud pública y privada en Chile. Ese sólo hecho amerita que este rubro disponga de una legislación particular.

De lo anterior se desprenden otros elementos en los que también resulta clave avanzar, como es la aprobación de la normativa que mejora el sistema de compras públicas por parte del Estado, de manera que estos procesos sean menos engorrosos y burocráticos y, a la vez más transparentes. Esto facilita y garantiza la oportuna adquisición y entrega de los dispositivos médicos al Estado. Se ha estado avanzando en el Congreso en esta materia y esperamos que la norma se puede aprobar en un plazo razonable.

Este aspecto no es menor. Actualmente se está generando un problema en el nivel primario de salud que depende de los municipios, ya que hay gobiernos locales que han acumulado importantes deudas con los proveedores al destinar los recursos para el pago de estos a otros fines, provocando un problema que esperamos se resuelva luego y no se siga acrecentando.

Hace poco sostuvimos una reunión con la Ministra de Salud para abordar estas materia y encontramos una buena disposición para abordarlos en conjunto. Confiamos en que esto sea así y podamos avanzar en plazos razonables para fortalecer un sector que cada vez adquiere más importancia para la sostenibilidad del sistema de salud.

Desde la industria de los dispositivos médicos estamos siempre dispuestos a colaborar en todas aquellas materias que sean de nuestro ámbito y que contribuyan a mejorar el sistema de salud, por eso, consideramos fundamental contar con una legislación acorde a los desafíos actuales que tiene el país en materia sanitaria.

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"¡Quiero respirar!" Miércoles 07 Junio, 2023 | 07:05
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