En los pasados días se ha comentado sobre la tributación que les correspondería a los “influencers” por los ingresos generados en las plataformas digitales en promociones y publicidades de negocios, que son percibidos a través de canjes o pagos directos, y que corresponden a ingresos que constituyen renta; así está definido en la Ley de Renta. El mismo Servicio de Impuestos Internos (SII) ha manifestado que avanza en planes de monitoreo y control del cumplimiento tributario de estos contribuyentes a partir de este 2023.

También el SII ha indicado que lo que persigue con este anuncio no es aumentar de manera relevante la recaudación tributaria, sino que es una acción que busca un “alto impacto comunicacional”, que en el fondo persigue establecer conciencia en la ciudadanía e instruir en el correcto cumplimiento tributario que le corresponde a cada ciudadano en base a su capacidad contributiva, mitigando el riesgo creciente de la evasión de impuestos.

Se han escogido a 141 influencers, quienes deberían convertirse en agentes de cambio de la percepción ciudadana, bajo la premisa de que las leyes tributarias son para todos y se cumplen a cabalidad, así como también lo debiera hacer cualquier persona que perciba ingresos cualquiera sea su naturaleza, origen o denominación.

Pero, ¿se logrará el objetivo indicado solo con programas de fiscalización en esta dirección? No podemos desconocer que claramente son acciones ejemplificadoras y tienen un efecto disuasivo en todos, pero una óptima gestión de riesgos en materia tributaria debe buscar además como resultado el cierre de brechas de cumplimiento.

Por lo tanto, estas iniciativas debieran estar acompañadas de un articulado plan de intervención en la formación de las nuevas generaciones en materias como educación fiscal, educación financiera y educación cívica, todos elementos que, abordados integralmente en la instrucción primaria de los ciudadanos y ciudadanas, nos permitirían avanzar a una sociedad más responsable, partícipe y consciente del importante rol que desempeña cada uno de nosotros en un correcto cumplimiento tributario.

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