La contaminación por plásticos nos tiene, literalmente, ahogados. Se calcula que alrededor de 11 millones de toneladas métricas de estos residuos ingresan al océano cada año, cifra que podría triplicarse para 2040.

Ya en 2015 un reporte de National Geographic aseguraba que el 90% de las aves marinas habían ingerido plásticos, una realidad que con el paso del tiempo sólo ha empeorado.

El gran problema es que los plásticos no se biodegradan de manera natural, sino que se deshacen con el tiempo en microplásticos que afectan directamente a las especies de aves y mamíferos marinos, que los confunden con comida, asfixian a los arrecifes de coral e incluso impactan directamente a las personas a través de los alimentos, el agua e incluso el aire.

Debemos tomar acción, las medidas hasta ahora han sido insuficientes y el abuso que hemos ejercido sobre este material ha derivado en un problema que Naciones Unidas ha calificado como una crisis mundial.

Que el Día de los Océanos sea un llamado a tomar conciencia, a reforzar políticas públicas, pero sobre todo a que todos nosotros, los consumidores, tomemos decisiones más responsables, busquemos alternativas a los plásticos de un solo uso y pensemos en las enormes consecuencias que tendremos a mediano y largo plazo si no hacemos un cambio profundo e inmediato. Ya no hay más tiempo.

Rodrigo Sandoval, fundador de I Am Not Plastic.

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