La lamentable situación que se vive hoy en Ucrania tras la invasión rusa, está generando diversos efectos en la economía mundial. El cobre por ejemplo, logró este lunes su máximo histórico al transarse a cuatro dólares con 86 centavos la libra en la Bolsa de Metales de Londres.

Esta alza en la cotización del metal rojo que es la principal exportación de Chile se explica por una serie de factores, liderados por la guerra originada tras la invasión rusa a Ucrania, además de las perspectivas respecto al mercado cuprífero global y las inversiones que ha recibido como activo de refugio frente a la inflación mundial.

Se trata sin duda de una gran oportunidad para las empresas mineras del país no sólo en cuanto a la inyección de mayores ingresos económicos, sino también en cómo pueden aprovechar esta instancia para aplicar mejoras en la gestión de personas, la atracción y retención de talento.

Las empresas mineras se caracterizan por contar con grandes dotaciones de personal y hasta hace algunos años, no se aplicaban procesos tecnológicos en el área de Recursos Humanos, privilegiando otras como Operaciones y Mantenimiento. La Gestión de Personas quedaba en el olvido y eso es un tremendo error, porque cumple una función vital dentro del correcto desarrollo humano de una empresa y además, va en línea con los procesos de crecimiento del sector operativo.

El cambio lo estamos viviendo en la actualidad, con el desarrollo de tecnologías para apalancar todos los procesos de gestión de personas y también los subsistemas de Recursos Humanos con mayor eficiencia y alcance. Pero aquí no se trata sólo de implementar herramientas, el objetivo es que la industria de Recursos Humanos pueda tener sistemas que optimicen la relación y gestión documental de los trabajadores de manera integral, rápida y transparente, lo que generará mejores resultados y un positivo clima laboral.

Asimismo, y para alinearse a los nuevos tiempos, las empresas mineras pueden dar pasos en dirección a nuevas perspectivas de trabajo y construcción conjunta con sus equipos.

Existen diversas experiencias alrededor del mundo que demuestran que la participación de los colaboradores en la toma de decisiones del gobierno corporativo generan progreso económico y social, junto con un fortalecido sentido de compromiso entre trabajador y empleador.

Varios países de Europa ya ponen en práctica la codeterminación, es decir, una práctica mediante la cual los empleados tienen un papel en la gestión de una empresa. En Austria, componen hasta un tercio en empresas con más de 300 trabajadores; en Finlandia se llega a una determinación de común acuerdo entre empresa y trabajadores, con un mínimo de un cuarto de los miembros si hay más de 150 trabajadores. En Francia existe un régimen voluntario en empresas con menos de mil trabajadores; un representante, obligatorio en compañías con más de 1.000 trabajadores, mientras que en Hungría, en las empresas con más de 200 trabajadores, éstos tienen derecho a elegir hasta un tercio de los miembros del consejo.

Los desafíos para la industria de Gestión de Personas en la minería tienen que entrar de lleno al foco principal que son las personas, y cómo ellas impactan en el colectivo y en la sociedad que queremos construir.

Está muy bien generar rentabilidad y buenos resultados económicos, pero al final del día el rol de los trabajadores en la empresa y el rol de la empresa en Chile y el mundo tiene que mutar a uno mucho más colaborativo, integrativo, que acoja los intereses de todo lo relacionado con la compañía y ponga al trabajador al centro de la organización. Que el colectivo esté primero que los intereses individuales y las personas estén sobre los resultados económicos. Y en este contexto, la tecnología no es el corazón de las empresas, pero sí es un medio que puede ponerse al servicio del capital humano y apoyar en el cumplimiento de este fin.

Alfonso Bawarshi, CEO y socio fundador de Grupo Avanza.

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile