Quedan pocas horas para que el presidente Boric realice su tercera cuenta pública. ¿Qué esperamos los habitantes de Biobío? Después del difícil año que hemos tenido, entre lo ocurrido con la Siderúrgica Huachipato, el Puerto de Coronel, el asesinato de los tres carabineros en Cañete, o el aumento explosivo de los niveles de delincuencia, esperamos que el mandatario haga un balance de su gestión y anuncie compromisos que impulsen efectivamente el desarrollo de la región.

En el último Boletín Regional de Faro UDD se analizó el estado de cumplimiento de las promesas realizadas para el Biobío.

De las 123 promesas contempladas en la última cuenta pública, casi un 30% están cumplidas, un 39% en ejecución, un 2,4% no están cumplidas, un 4% fueron ejecutados con anterioridad a la cuenta pública y en un 24,3% de los casos no se obtuvo respuesta de los órganos competentes.

Las promesas

Mas de la mitad de las promesas se concentran en cuatro sectores: obras públicas, salud, vivienda, y transporte. De éstas, preocupa el lento avance en materias de infraestructura vial y en salud. Pero, sobre todo, la ausencia de compromisos en materia de seguridad pública, en un contexto donde los índices delictivos alcanzan cifras récord, como los 238 casos de homicidios registrados en el año 2023.

La región del Biobío tiene un enorme potencial de desarrollo. La evidencia apunta a que el desempeño económico de la región ha sido positivo si se compara con otras regiones del país. Pero podría ser mejor si se considera el potencial industrial del Biobío y se impulsan las políticas públicas adecuadas.

El foco para el futuro

En este contexto, para este año el foco de los compromisos del Presidente Boric debería estar en garantizar el orden y la seguridad pública, y en promover las actividades productivas de la región.

En materia de seguridad pública no es suficiente que las autoridades impulsen acciones tendientes a combatir la delincuencia, el crimen organizado o los atentados terroristas. Es esencial y mínimo que el Estado cumpla con el mandato constitucional de conservar el orden público en el interior de la región, salvaguardando así el Estado de Derecho.

Lo ocurrido en el Puerto de Coronel, por ejemplo, no sólo inquieta por sus devastadores efectos en la económica de la región, sino también por la inexplicable tolerancia al uso de la violencia como mecanismo para presionar la resolución de conflictos.

Para impulsar con mayor fuerza el desarrollo productivo de la región urgen implementar medidas concretas que permitan mejorar los plazos que demoran las empresas en obtener sus permisos ambientales, o entregar mayor certeza jurídica a sectores estratégicos como la pesca o la industria forestal, o potenciar la actividad turística.

La región del Biobío está esperando acciones concretas y un compromiso real de parte del Ejecutivo. Los habitantes del Biobío esperamos que nuestras necesidades sean escuchadas y reflejadas el próximo 1º de junio.