La Municipalidad de La Florida, con apoyo de Carabineros, demuele este miércoles una animita vinculada al denominado “Santo de los ladrones de autos”, utilizada por delincuentes para dejar ofrendas relacionadas con sus delitos. El procedimiento se realiza con incidentes, ante la resistencia de familiares.
La estructura se ubica en el pasaje Ancud, al interior de la Villa O’Higgins.
Se trata de un “homenaje” a Johan Riffo Chandía, adolescente que fue abatido por un carabinero en julio de 2024, precisamente en un intento de robo de un automóvil en La Cisterna. Por ello, se levantó una animita que es visitada por los delincuentes del sector.
Estos últimos concurren el lugar para dejar las llaves de los vehículos que han robado, como una especie de ofrenda tras un delito exitoso. Fue así como el lugar se transformó en un sitio de culto criminal.
Sin ir más lejos, junto a la animita se encontró un vehículo con encargo por robo.
El alcalde de La Florida, Daniel Reyes, señaló a la prensa que la animita “hace apología al delito, al crimen, se hace una oda, una peregrinación de otras bandas para ‘homenajear’ a un caído… Esto está mal, robar está mal. Como municipalidad tenemos que recuperar este espacio público”.
Demolición con incidentes
Durante esta mañana, funcionarios municipales demolieron completamente el altar, para luego pintar los muros y de ahí comenzar con un proceso de reposición de áreas verdes. Además, habrá una intervención de seguridad para que exista vigilancia continúa en el sector.
El operativo no estuvo exento de problemas, ya que al principio familiares de Riffo Chandía lanzaron piedras a la prensa que llegó a cubrir la actividad.
Luego, cuando se iba a retirar el automóvil con encargo por robo, aparecieron más personas que empezaron a lanzar elementos contundentes, por lo que hubo dos detenidos. La comandante de Carabineros, Irlanda Crespo, señaló que son familiares de Johan Riffo Chandía.
Clan familiar
La animita está vinculada a “Los Chandía”, un clan familiar dedicado al narcotráfico, los robos y la sustracción de automóviles.
Johan Riffo Chandía, al momento de su muerte, integraba una banda de delincuentes de entre 16 a 18 años, que se dedicaban a robar vehículos. Su hermano, Guliano, fue detenido en julio pasado por un violento turbazo en Pirque.
En tanto, su mamá se encuentra privada de libertad por el delito de receptación, ya que en su hogar se encontraron artículos pertenecientes a autos robados.
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