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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

A más de un mes del asesinato del "Rey de Meiggs", la detención de Wilson Verdugo Díaz revela una trama más compleja que una simple deuda. La justicia decretó prisión preventiva para el dueño de "La Vaquita Sabrosa", señalando sospechas sobre su planificación y red de apoyo post crimen. Investigaciones apuntan a una red de apoyo para Verdugo, vinculándolo a Yerko Silva, líder del portonazos. Así como también otras conexiones que lo involucran con el mundo delictual.

A más de un mes del asesinato de José Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”, la detención de Wilson Verdugo Díaz, ha revelado una trama que va más allá de una simple deuda.

Luego de que la justicia decretara prisión preventiva para el dueño de “La Vaquita Sabrosa”, la formalización de Wilson ha levantado las sospechas sobre su planificación y su oscura red de apoyo.

El fiscal Marcelo Vargas, de la Fiscalía Metropolitana Oriente, confirmó que existen diligencias que apuntan a una red de apoyo para Verdugo una vez cometido el crimen. “Sí, debo decir que sí existen algunas diligencias que tenemos en ese sentido. Tuvo alguna información de que era buscado y además eso se da cuenta, como lo expusimos también en la audiencia, al manipular una serie de aparatos de teléfono”, señaló.

Investigado por narcotráfico

De acuerdo a una investigación de Reportajes T13, Verdugo tenía lazos con el mundo delictual desde hace años.

Uno de sus vínculos fue con el líder de la “industria del portonazo”, Yerko Silva, quien operaba desde la cárcel de Colina para robar y vender vehículos, cuestión que lo llevó a acumular miles de millones de pesos.

Silva, permanecía en la cárcel por tráfico de drogas -incautó más de 800 kilos de marihuana en Arica y Santiago- y lavaba el dinero de sus ilícitos en un restaurante de carnes en Estación Central llamado “La Parrilla del Gaucho”.

¿Cuál era el vínculo entre Verdugo y Silva? La conexión entre ellos se determinó en 2011, cuando el 5° Juzgado de Garantía de Santiago solicitó la intervención telefónica de Silva, el hermano de este y Verdugo, todos bajo investigación por el delito de tráfico de drogas.

Un testigo clave y un pasado marcado por la corrupción

Bajo este contexto, durante la formalización también se reveló que Verdugo estaba al tanto de que era buscado por autoridades. Esta información provino de un testigo clave: Osvaldo Moya Gaete, quien fue mencionado como un testigo y quien nombra a Wilson como “jefe”.

Moya es conocido como uno de los prestamistas más grandes del Barrio Meiggs y uno de los mayores vendedores de toldos azules. También, su figura es temida no solo por su posición, sino que también por los antecedentes de su familia, ya que su hermano ha sido vinculado a secuestros, entre otros delitos.

Moya, podría ser un antecedente clave en el caso del “Rey de Meiggs”, y no solo por su conexión con Verdugo. Su nombre resuena en medio de la investigación por la liberación de Alberto Carlos Mejía Hernández, el sicario venezolano que operó en este crimen el pasado 1 de junio en Ñuñoa. Este antecedente podría ser relevante para desentrañar las complejas redes de influencias y las complejidades legales que han rodeado este hecho.

La historia de Moya es clave porque se entrelaza con uno de los mayores escándalos de corrupción del Poder Judicial y la Policía de Investigaciones en 2007, cuando producían falsos fallos que liberaban a violadores, delincuentes y narcotraficantes. Cuatro años más tarde, los implicados fueron condenados por más de 20 delitos por cohecho.

Osvaldo fue uno de los beneficiados de esta red de corrupción, logrando la cancelación de una orden de detención por delito de secuestro.

Verdugo debía dinero a otro empresario asesinado

El asesinato de Reyes no es un caso aislado en el mundo de los prestamistas del Barrio Meiggs. Otros casos similares han ocurrido anteriormente.

El 17 de agosto de 2018, un empresario indio de Meiggs llamado Mahesh Kumar fue acribillado afuera de la puerta de su edificio en Avenida España.

Kumar, quien también se dedicaba al préstamo de dinero, dejó una herencia de 11 mil millones de pesos.

Según comerciantes del Barrio Meiggs, tanto Felipe Ossa como Wilson Verdugo le debían dinero a este empresario indio, un caso que, hasta la fecha, permanece sin personas condenadas.