La Superintendencia de Servicios Sanitarios, descartó la posibilidad de un racionamiento hídrico en la Región Metropolitana para este año, pero admitió que 2023 será complejo para la capital, de persistir la falta de precipitaciones.

Por cerca de 13 años se ha extendido la megasequía en Chile. La situación ha provocado, por ejemplo, que el río Mapocho esté en niveles mínimos, lo que ha dejado en vilo el abastecimiento hídrico para la zona oriente de la Región Metropolitana.

La posibilidad del racionamiento para este año, sin embargo, comenzaría a alejarse, especialmente por los trabajos que está llevando adelante Aguas Andinas en la planta Padre Hurtado, en La Reina, según afirmaron desde la Superintendencia de Servicios Sanitarios.

No obstante, 2023 podría ser crítico para la capital, a excepción de Maipú, Cerrillos y parte de Estación Central, que son abastecidas por la sanitaria municipal SMAPA.

El superintendente Jorge Rivas, dijo que las proyecciones no son positivas respecto a las precipitaciones.

La autoridad, en la comisión de Recursos Hídricos y Desertificación de la Cámara, fue crítica con el trabajo de las compañías en el agua no facturada.

Y ese es uno de los puntos que a juicio de Cristián Chadwick, doctor en hidrología y docente de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, debe mejorar rápidamente.

Bajo este marco, la Dirección General de Aguas publicó el informe hidrológico mensual de marzo, que reveló que el déficit de precipitaciones es de 100% en ciudades como La Serena, San Felipe, Santiago, Rancagua y Curicó.

Respecto a los embalses, se registró una falta de volumen con respecto a sus promedios de un 33.4%.