Con la medida cautelar de prisión preventiva quedó una pareja formalizada por el robo con homicidio de un hombre de 65 años, cuyo cuerpo fue encontrado amarrado en su casa la semana pasada en Estación Central, región Metropolitana. Uno de los imputados fue conviviente de la víctima, por lo que podría modificarse el ilícito al de parricidio.

Por considerarlos un peligro para la seguridad de la sociedad, la gravedad del delito, la pena que arriesgan y tener procesos pendientes, la jueza del 6° Juzgado de Garantía de Santiago, Vania Boutaud, decretó la prisión preventiva para una pareja formalizada por el robo con homicidio de un hombre de 65 años, cuyo cuerpo fue encontrado amarrado en su casa la semana pasada en Estación Central.

Según la investigación de la Fiscalía Centro Norte, Carabineros llegó hasta el domicilio por un fuerte olor. Ahí, el hombre fue encontrado en avanzado estado de descomposición —con una data de 3 a 5 días— y con las piernas amarradas. Ambos imputados identificados como J.C.D. y J.O.C., quien fue su pareja, habrían cometido el ilícito el pasado 12 de febrero. Según se señaló, tras presuntamente apuñalar al hombre, habrían utilizado sus tarjetas de crédito.

La Fiscalía Centro Norte los formalizó por el presunto delito de robo con homicidio, sin embargo, no descartaron modificar el tipo penal a la imputada, quien tuvo una relación sentimental con la víctima.

El persecutor Felipe Olivari detalló que el cuerpo del hombre tenía heridas cortopunzante y que además tenía los pies amarrados.

“Tendría a lo menos dos heridas cortopunzantes en la espalda, una de ellas potencialmente normal, ya que, a priori, podríamos decir que alcanzó el pulmón. Estaba amarrado en las piernas, tenía cinta adhesiva, tenía una especie de correa de una de las partes de un automóvil”, sostuvo.

La defensora penal pública, Catalina Leiva, que representa a la imputada, abogó con que habría una legítima defensa ya que acusó que la mujer era víctima de violencia intrafamiliar. Lo anterior fue descartado por la magistrada porque la víctima ya no tenia una relación con ella y no hubo una proximidad en el tiempo.

“Incluso podríamos sostener que hay indicios de una legítima defensa (…), en todo se tiene que poner en su contexto, especialmente acá se debe hacer con un enfoque de género de las situaciones vividas, de lo que se desprende en la misma carpeta investigativa. (…) Habría sido una persona de la que se abusó de su situación de inmensa vulnerabilidad, desamparo”, declaró.

Ambos imputados, a través de sus abogados, sostuvieron que tenías problemas de drogas.