Viña Concha y Toro informó que cerrará su planta ubicada en Lo Espejo, región Metropolitana para centrarse en el crecimiento de la que está en Américo Vespucio.

La compañía optó por no renovar el contrato de leasing que tenía con Viña Cánepa, según consignó El Mercurio Inversiones. Pese a la no renovación, no impide que siga distribuyendo los vinos de dicha marca.

Producto de este cierre, la compañía ha estado reasignando a algunos trabajadores y también ha despedido a cerca de 30 personas. De acuerdo a la empresa, el fin de esta planta corresponde a un proceso de reestructuración que han estado implementando desde 2017.

La idea es hacer crecer la planta que tienen ubicada en Américo Vespucio que recibió una inversión de más de US$10 millones (cerca de $6.427.000.000) en una segunda línea de embotellado, la cual pretenden que comience a funcionar durante 2018.

De acuerdo a la empresa, el cierre de la planta de Lo Espejo no afectará a la producción.