La Seremi de Justicia en la región del Bío Bío, Claudia Soto, enfatizó en que es facultad de Gendarmería decidir dónde ubican a los reos. Esto, tras los cuestionamientos de la ANFUP por lo ocurrido en el CET de Cañete, donde dos internos fueron encontrados ebrios durante Fiestas Patrias y amenazaron a un funcionario penitenciario.

En horas de la madrugada fueron regresados a sus penales de origen -en Lebu y Arauco- los dos comuneros mapuches que el fin de semana protagonizaron incidentes en estado de ebriedad en el Centro de Estudio y Trabajo de Cañete, y donde un gendarme fue amenazado de muerte.

En el CET de Cañete, un recinto penal semi abierto, el personal del Gendarmería descubrió ebrios a Oscar Pilquiman y Víctor Llanquileo durante la jornada del 18 de septiembre.

En medio del consumo de alcohol, protagonizaron incidentes e incluso Llanquileo amenazó a un funcionario diciéndole que era el jefe de todo y que iba a quemar su casa y le daría muerte, lo cual fue denunciado a la fiscalía.

Por esto, se decidió su regreso a las cárceles de Lebu y Arauco, en medio de críticas por haber cedido la autoridad a su traslado a Cañete. La seremi de Justicia en el Bío Bío, Claudia Soto, aseguró que era una decisión que compete exclusivamente a gendarmería.

Sin embargo. el dirigente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP), Benito Saravia, puso en duda esta autonomía de la institución para actuar, asegurando que todo lo que tiene que ver con comuneros mapuches privados de libertad pasa por el Ministerio de Justicia.

“Todas las decisiones que conlleva el movimiento de este tipo de población penal, tratamiento, sanciones que se le pueden aplicar tiene que ir en consulta al Ministerio de Justicia”, advirtió el funcionario.

Por su parte, el delegado presidencial en la provincia de Arauco, Humberto Toro, reafirmó que ambos comuneros tenían -en su minuto- el derecho de solicitar su ingreso al CET de Cañete y que esto se evaluó en la instancia que corresponde.

Óscar Pilquiman, condenado por su participación en el homicidio de una mujer en Tirúa fue devuelto al penal de Lebu, para que termine su condena.

Mientras que Víctor Llanquileo, condenado a 21 años de cárcel por un violento robo con rehenes cometido el 2018 en La Araucanía, y quien había presionado con una huelga de hambre de 25 días, retornó hasta la cárcel de Arauco.

Su traslado a Cañete fue una de las causas invocadas por la organización Resistencia Mapuche-Lafkenche que atacó el molino Grollmus el pasado 29 de agosto en Contulmo.