Veinticinco mujeres han sido consideradas para la ley de interrupción voluntaria del embarazo en la Provincia del Bío Bío, de las cuales, dos de ellas han sido menores de edad.

La ley 21.030 fue promulgada en septiembre de 2017 y su norma técnica apareció en febrero de 2018, cuando el equipo de salud del Complejo Asistencial Doctor Víctor Ríos Ruíz de Los Ángeles tuvo que implementar la normativa como protocolo de atención a las usuarias.

Desde iniciada la aplicación han sido 25 las mujeres que se han considerado bajo la ley de Interrumpción Voluntaria del Embarazo (IVE). De ellas, cinco fueron por la primera causal, es decir, riesgo de vida de la madre.

Diecisiete se consideraron bajo la segunda, que contempla inviabilidad fetal, pero de ellas cuatro solicitaron seguir con su embarazo. Por último, tres fueron por la tercera, o sea, producto de una violación.

Según dijo la matrona administradora de los cuidados del hospital de Los Ángeles, Jessica Acuña, dos de estos casos fueron menores de 18 años. En tanto, quienes adoptaron la medida con 35 años o más, en su mayoría recurrían por la causal número dos.

El psicólogo del equipo IVE, Cristian Cabrera, explicó que el trabajo ha sido desafiante, porque a pesar de que la frecuencia de las usuarias no es alto, son casos que plantean desafíos del equipo.

Cabrera manifestó que esto se genera porque el caso ya viene dentro de una crisis, sin importar la causal, ya que se trata de un luto y debe ser trabajado incluso en ciertos casos, con el grupo familiar.

El apoyo se extiende en en algunos casos, según explicó el profesional, porque eso permite un mayor éxito si se trabaja con miembros del núcleo cercano a la paciente.

El doctor dijo que esta normativa les ha permitido mejorar las herramientas técnicas, tanto para quienes se incluyen en esta ley, como para el resto de las embarazadas.

Una despedida

El grupo que trabaja en IVE también extiende a las mujeres un apoyo para colaborar en el cierre del ciclo por el que pasaron.

Según explicó la trabajadora social de este grupo, Daniela González, esto se hace entregando al el cuerpo del bebé, que según explicaron los profesionales, a las 16 o 20 semanas ya tiene forma humana, por lo que se puede identificar visualmente.

Esto, manifestaron, les da más sensibilidad al proceso, logrando la sepultura que estiman convenientes.

Dentro de los casos que se han registrado al menos en los dos últimos meses, las pacientes han destacado esta área del apoyo psicosocial.

Incluso, mencionaron, en Huépil hay una funeraria que entrega los servicios sin costo para quienes adoptaron alguna de las causales bajo la interrupción voluntaria del embarazo.