Tras una persecución vehicular que incluyó la colisión de una patrulla, personal de la Segunda Comisaría de Carabineros de Concepción detuvo a El Chanchi, hombre sindicado por la policía como el delincuente más peligroso de la región del Bío Bío.
El hombre -Miguel Eduardo Jiménez Troncoso, alías El Chanchi- está acusado de diversos ilícitos, incluyendo un asesinato perpetrado en la vía pública y a luz del día, hace dos años, a pocos metros del Juzgado de Garantía penquista.
Precisamente, el crimen que se le imputa ocurrió en 2016. Esperó que un joven de 26 años saliera de dicho tribunal, donde compareció a una audiencia. Allí, la víctima debió reparar una rueda pinchada de su vehículo, tras reunirse con su pareja y su pequeña hija. Fue en ese momento en que el ahora detenido habría descendido de otro automóvil para dispararle a quemarropa.
Según se precisó también durante esta jornada, El Chanchi también está relacionado con robos a cajeros automáticos, domicilios y estaciones de servicio, todos cometidos con mucha violencia en contra de las víctimas.
Pero… ¿cómo cayó Jiménez Troncoso? Pese a que era buscado por las policías, trabajaba sin problemas como taxi de turismo. Cuando personal policial lo vio anoche en Barrio Norte, quiso fiscalizarlo porque el móvil guardaba mucha similitud con uno usado en robos a casas de las Lomas de San Sebastián.
Así lo explicó la mayor Karen Varela, quien sostuvo que durante la huida incluso arrojó miguelitos y no respetó un disco pare.
El sujeto de 35 años de edad, se escondió luego entre unos edificios de departamentos, donde Carabineros lo atrapó tras un duro forcejeo.
De acuerdo a los uniformados, sus amigos y destreza le permitieron a El Chanchi eludir a la justicia por más de dos años.
“(Es) muy hábil, con una red de apoyo muy grande, por lo que su captura era compleja”, dijo Varela.
Respecto de este caso, el Ministerio Público informó que el fiscal de Concepción, Paolo Muñoz, formalizó a Jiménez por los delitos flagrantes de conducción sin licencia profesional (manejaba un taxi), daños simples (colisionó una patrulla de Carabineros) y portar elementos conocidamente destinados para cometer delitos (llevaba herramientas, cable acerado y miguelitos).
En tanto, en una segunda audiencia, el mismo persecutor lo formalizó por homicidio calificado con alevosía, por la muerte de Cristian Alarcón Ramírez, quien falleció producto de una herida penetrante torácica por arma de fuego en calle Pelantaro el 9 de noviembre de 2016, a pocas cuadras del tribunal. Por este delito el fiscal pidió la prisión preventiva, lo que fue otorgado por el tribunal, el que además decretó cuatro meses de plazo para la investigación.
