Los vecinos de Carampangue, en la región del Bío Bío, se oponen al trazado de una línea de alta tensión que llevará desde Arauco a Coronel la energía generada en el Parque Eólico Tubul.

Si se concreta el proyecto, todavía en tramitación, se podría llevar hasta la subestación eléctrica de Lagunillas la energía producida por los 50 generadores del parque eólico de la empresa Element Power, aprobado en 2010 por la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema).

Son 58 kilómetros de línea de transmisión, un tendido que rodea el golfo de Arauco y recorre zonas desde Tubul en Arauco hasta Lagunillas en Coronel, pasando también por Lota.

En las tres comunas involucradas se hicieron jornadas de participación ciudadana, pero en Carampangue reclaman que ellos no fueron informados y que hace sólo un par de meses supieron de las torres.

En el sector La Meseta creen que se verá afectada la agricultura y ganadería. El dirigente vecinal Víctor Neira asegura que no tuvieron la posibilidad de conocer oportunamente el proyecto y expresarse.

La preocupación en la zona no apunta sólo a la posible afectación del humedal y la actividad agrícola.

También temen por su salud debido a la exposición a campos magnéticos de baja frecuencia desde complejos eléctricos y líneas de transmisión.

Dicen que la investigación disponible hasta hoy no descarta una relación entre esto y enfermedades detectadas en comunidades cercanas a este tipo de instalaciones en el mundo.

Alejandra Huerta afirma que se vendió la salud de los habitantes de La Meseta.

En el caso de Juan Cortés, él relata que se vino a vivir desde Argentina hace algunos meses.

Por ello, asevera, compró recientemente un terreno en el sector, pero no sabía de la línea de alta tensión, sino que se enteró por otras personas cuando ya había adquirido el predio.

Otros vecinos, como Inés Ríos, acusan a la empresa de negociar con sus padres ancianos para obtener un acuerdo que sus hijos no habrían permitido.

La línea pasará sobre el humedal Pichilo Meseta en el valle del río Lía. Cuentan los lugareños que es un sitio de recreación y también donde la gente se dedica a diferentes cultivos.

Para Luis Pérez, presidente de la junta de vecinos de La Meseta, es imposible que la localidad vaya a ser la misma con las antenas cruzando el valle.

El director regional del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), Cristian Cifuentes, comentó, en relación con la participación ciudadana, que se hicieron cuatro jornadas presenciales y que lo que la ley exige es un periodo de 60 días de información disponible.

Actualmente se tramita en el SEA el estudio de Impacto Ambiental de esta iniciativa.

La evaluación de la línea está con una medida provisional de suspensión, para asegurar la realización de una consulta indígena.