Uno de los voceros de la Federación de Cooperativas de Vivienda del Cerro Centinela de San Antonio, Mario Reyes, aseguró que uno de los propietarios del terreno los instó para iniciar la megatoma con el objetivo de posteriormente vender el predio. Es más, habría participado de una reunión en la misma ocupación ilegal, donde, junto a un ingeniero, les dieron directrices a las familias sobre cómo debían construir las viviendas.
En conversación con Radio Bío Bío en Valparaíso, Reyes calificó de “un portazo” la fallida negociación entre el Gobierno y la inmobiliaria San Antonio, dueña del terreno donde se emplaza la megatoma del Cerro Centinela, para definir un precio y concretar la compra del predio.
El dirigente dijo que “nosotros confiábamos en el trabajo que estábamos haciendo” y que “seguimos abiertos a la opción de comprar porque nunca fue nuestra intención que nos regalen. Nunca fue la intención que usáramos los subsidios ni nada de eso, siempre fue comprar”.
“No queremos nada regalado, queremos pagar por el espacio y que se cumpla un poco la promesa de casi 6 años atrás, cuando llegó un representante de los dueños a ofrecernos que ocupáramos los espacios con el compromiso de vendernos”, aseguró.
Terrenos ofrecidos por uno de los dueños
Reyes afirmó que “ellos nos ofrecieron vendernos un espacio, que loteáramos, que ordenáramos y que construyéramos casas bonitas, que esto no fuera una toma como las antiguas, que invitáramos a vecinos, amigos y conocidos que tuvieran la misma necesidad de una casa propia. Así se fue poblando poco a poco el cerro.
En su caso particular, recordó que cuando trabajaba en una feria libre en Cartagena, un casero le comentó que los dueños de un terreno ubicado en el límite de dicha comuna con San Antonio estaban ofreciendo tomarse el espacio con el compromiso de posteriormente venderlo.
Es más, de acuerdo con su relato, les dieron indicaciones de cómo tenían que cerrar el sitio y construir.
“Uno llegaba y preguntaba qué espacio quedaba disponible, lo cercaba, no sé, superprecario, unos palos, unos alambres, malla y teníamos que dejar el espacio de las calles. En esta reunión, que sostuvo uno de los propietarios ahí en el cerro, estaba acompañado por un arquitecto, y él nos decía que, según el plan regulador, teníamos que dejar cierta cantidad de metros para las calles, por los vehículos de emergencia, calles de 6, 8 y 10 metros, y así fue formándose todo”, recordó Reyes.
Con esa indicación, las familias contrataron máquinas retroexcavadoras para aplanar las calles e instalaron postes para iluminar. Durante la pandemia, con el pago de bonos y el IFE, construyeron sus casas y un barrio.
La mayoría de las familias tienen fosas y otros usan pozos secos para sus desechos. El agua la sacan de los alrededores de la toma y la energía de los postes del tendido eléctrico. Eso sí, aseguró que muchas casas deben pagar a la empresa Chilquinta. “Tenemos factura sin número, porque no nos dan número de factura. Tenemos los comprobantes de los depósitos en la cuenta del Banco Santander, entonces por lo menos tenemos un poco de respaldo que no somos usurpadores de energía, sino que se paga por la energía”.
Posible desalojo de la toma en el Cerro Centinela
El vocero dijo que siempre existe el miedo de un eventual desalojo, pero que están confiados en que se encuentre una solución en el tiempo que queda.
“Ayer el Minvu adquirió el compromiso de seguir trabajando con nosotros, entonces como pobladores y como Federación que representa a la totalidad del cerro, no estamos solos, sino que el ministerio sigue con nosotros trabajando”, enfatizó.
Además, indicó que la medida, cuya orden fue dictada por la justicia, es “inviable” porque ni el municipio de San Antonio ni el de Cartagena tienen el espacio para albergar a las familias que viven en la ocupación.