Un niño autista, con alguna condición del espectro autista o incluso con algún rasgo de ellas, puede ser víctima de discriminación por su entorno, fundamentalmente por el desconocimiento que existe sobre el síndrome.

De acuerdo a especialistas, las personas que presentan esta condición tienen una inteligencia normal y, algunos, superior a la media, siendo sólo la esfera social y la comunicación interpersonal las áreas más afectadas.

En ese contexto, las palabras de Rodrigo Díaz, un médico pediatra de Quilpué a un colegio, que le solicitó un informe sobre la posible condición de autista o Asperger de un alumno, despertaron admiración de usuarios en redes sociales, ya que más que la definición de un diagnóstico o prescripción, buscó dar una lección de inclusión.

“Conozco a Tomás y a sus padres hace 8 años y se mantiene en control anual conmigo. Es un niño dulce y sano en general”, describe el profesional.

Para el médico “ojalá hubiera más niños como él en el mundo y en nuestra sociedad, tan necesitada de segregar y clasificar a los seres humanos, incluso discriminarlos”.

“Puedo, como pediatra de Tomás, asegurar que no presenta elementos de autismo, pero si los tuviera, ¿afecta algo su manejo en la sociedad si su relación con ella es normal y más normal aún que muchos ‘normales’ que coexisten con él o incluso que lo guiaran en la vida?”, se pregunta.

La recomendación final se llevó las felicitaciones de muchos: “Sugiero dejarlo feliz y guiarlo, educarlo y quererlo. No contagia a nadie, aunque debiéramos contagiarnos todos de su forma de ser”, puntualizó Díaz.

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