El pasado domingo 18 de julio, el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas comunicó la pena que cumplirá Guillermo Hernández Vidal, quien fue condenado por quebrantamiento y por no prestar ayuda a las víctimas de un accidente de tránsito.

Los jueces lo sentenciaron a 141 días de arresto domiciliario nocturno, una medida que será monitoreada por Gendarmería a través de una tobillera electrónica. Además, debe pagar una multa de casi 200 mil pesos y no podrá conducir vehículos durante cinco años.

Durante el juicio en su contra, los magistrados dieron por acreditado lo sucedido el 10 de mayo de 2018. En horas de la mañana, el sentenciado conducía una camioneta marca Toyota Hilux por la avenida Juan Martínez de Aldunate. Cuando llegó al cruce con calle José Victorino Lastarria, su trayectoria se interrumpió tras colisionar contra un móvil Nissan Sentra.

El vehículo impactado –que quedó con graves daños en su zona frontal– era conducido por un joven que iba junto a su polola. La mujer de 22 años presentaba un embarazo de seis semanas; presentó policontusiones y tuvo que ser trasladada a un recinto médico.

En lugar de bajarse del móvil y prestar ayuda a las víctimas –como lo establece la Ley de Tránsito–, el condenado no detuvo la marcha y huyó por Martínez de Aldunate. Finalmente, ocho horas después del accidente se presentó a la Subcomisaría de Río Seco y reconoció haber participado del hecho.

El conductor también incurrió en un delito de quebrantamiento. Su licencia de conducir estaba suspendida, ya que había sido condenado anteriormente por protagonizar un accidente en estado de ebriedad.

Antes del juicio, Hernández Vidal arriesgaba más de cuatro años de cárcel por ambos ilícitos. Sin embargo, el tribunal consideró la atenuante de irreprochable conducta anterior y los antecedentes profesionales. Por ello, los 141 días podrán ser cumplidos a través del arresto domiciliario nocturno.