Concejales de Puerto Varas cuestionaron la decisión del alcalde de realizar un show pirotécnico de final de año. Prevén caos en la comuna, por la gran cantidad de turistas que podrían llegar al ser la única ciudad que no canceló sus actividades pirotécnicas para despedir el 2019 en la región.

Sobre 30 mil personas podría recibir la comuna, lo que inquieta a los ediles, no sólo por las complicaciones que podría generar el tener tantos visitantes, sino además, por el contexto social y el gasto que genera la actividad.

Fueron 16 las organizaciones sociales que enviaron una carta al Concejo Municipal pidiendo la cancelación del evento, donde el alcalde Ramón Bahamonde descartó la posibilidad de suspender la actividad, pues los contratos ya estaban firmados.

El Concejal Renato Aichele comentó que pese a que le planteó al Alcalde la posibilidad de no realizar el show pirotécnico, no hubo respuesta.

“Le planteé al Alcalde en el Concejo Municipal la sugerencia de la suspensión de los fuegos artificiales principalmente debido a que hay que empatizar con lo que está sucediendo en el país. Se están cancelando todos los fuegos artificiales de la región, menos de Puerto Varas, y eso nos hace ver para el resto de la región como que estamos en una burbuja”, cree Aichele.

“Se va a generar un aumento explosivo de visitantes y no sé si tenemos la capacidad de atención, de espacios, de servicios de Carabineros”, complementó.

Su par Marcelo Salazar expresó que el espectáculo es parte de un contrato entre el municipio y el casino, que se extiende por más de 10 años.

“El show pirotécnico es parte de un contrato que lleva más de una década. Malamente quizás en ese entonces se pudo haber dimensionado lo que hoy día nos está pasando como país. El Alcalde la realizó (la decisión) en forma inconsulta por ejemplo al Concejo Municipal y tomó una decisión que vamos a ver que va a pasar más adelante”, aseguró.

Las autoridades añadieron que esperan que las policías y el municipio puedan realizar las coordinaciones respectivas, de manera de evitar un cierre de año que genere caos para sus habitantes y quienes visitan la ciudad.