El intendente Harry Jürguensen confirmó los cambios que se aplicarán al programa ProEmpleo que estará a contar de julio próximo bajo administración de la Intendencia, pero adelantó que lo ideal sería extinguir dicho plan por no ofrecer trabajos dignos.

La autoridad respondió así a los temores que plantearon beneficiarios del programa, que serían personas de escasos recursos que no han podido insertarse en una fuente laboral en el sector privado y que aseguran que, pese a recibir remuneraciones que no van mas allá de los 130 mil pesos por este beneficio, admiten que constituye un apoyo económico para llevar sustento a sus familias.

Es justamente ese argumento el que, a juicio de la autoridad regional, debe llevar a replantear la existencia del programa ProEmpleo entendiendo que un 80% de los cerca de 400 integrantes son jóvenes.

“Nos preocupa que haya jóvenes que están ahí por demasiado tiempo recibiendo medio sueldo, trabajando media jornada, un trabajo con poca capacitación, con muy baja calificación, con un ingreso de 120 o 130 mil pesos para vivir”, indicó, instando a capacitar a esos beneficiados para que tengan mejores probabilidades.

Jürgensen indicó que atendiendo la precariedad que supone ofrecer un trabajo de esas características, el programa debería “incluso extinguirse”.

Los dichos de la autoridad regional se dan a horas de que integrantes del programa en Osorno dieran a conocer su temor de la reducción de cupos, debido a que por baja escolaridad u otras condicionantes no pueden acceder a una fuente formal de empleo en el sector privado.